El cómo se fueron confabulando los astros para que fuéramos tomando este camino en la crianza y educación de nuestros hijos es todavía un gran misterio para mí.Trato de pensar cuándo, cómo y qué fue lo que me hizo el "click" (más allá del hecho en sí de devenir madre) y no lo sé. Seguramente fue un proceso. Hemos ido haciendo camino en muchas cosas, y aún lo estamos haciendo en tantas otras.Nuestra última aventura ha sido el cambio de cole de Joaqui de este año, de un cole común a un cole Waldorf.Todo comenzó cuando me hablaron por primera vez de este tipo de educación, y yo pensé "Que secta más rara"... Luego escuché hablar de Montessori, Pestalozzi, Escuelas Activas y Libres, Homeschooling, Unschooling, y empecé a indagar, a averiguar, a curiosear.Sí, creo que la curiosidad fue determinante. Cuando me han hablado de lactancia a demanda, de colecho, de crianza con apego, de escuelas alternativas, por más loco o raro que me sonara lo que me decían, indagaba, preguntaba, me fijaba en internet... Tal vez por eso me asombra tanto que de toda la gente que tengo a mi alrededor, a muy pocos se les haya ocurrido indagar un poco sobre estas cuestiones.La gente tiende a no cuestionarse nada. Dan todo por sentado. Dejan todo en manos de terceros. Primero, lo que les dice el obstetra durante el embarazo. Luego, lo que les dice el pediatra. Más adelante, lo que les dice la maestra de la escuela... "Sí ellos lo dicen, que saben, que han estudiado, quién soy yo para cuestionarlo?", es el argumento.Yo soy la madre, por eso lo cuestiono. Quién mejor que yo para conocer las necesidades de mi hijo, más allá de lo que un obstetra, pediatra o maestra me pueda decir?En estos últimos meses he pasado ya por 4 obstetras. Que me han dicho las cosas más disparatadas o me han faltado el respeto, a mí y a mi cuerpo, de una u otra manera, tratando de infantilizarme, de ponerme en lugar de "paciente". No estoy enferma, estoy embarazada!!! Y ya tuve dos hijos antes, que se creen, que soy estúpida? Al último hasta lo tuve que escuchar meterse (sin permiso) en mi vida sexual, ante mi negativa a ponerme un DIU cuando nazca el bebé (para lo que faltan 5 meses!!!).Con la pediatra, por suerte, no he tenido dolores de cabeza, porque desde el primer día elegimos una pediatra amorosa, que no sé si compartirá o no gran parte de mis "locuras", pero al menos las respeta, y no se mete.Y con el cole... ahhh, el cole de Joaqui!! No puedo dejar de agradecerle al ángel que logró que consiguiéramos esa vacante!!Ayer tuvimos reunión con la directora de jardín, la directora de primaria, y el maestro que acompañará a Joaqui durante los próximos siete años. La forma tan cuidada en que se está dando este paso del jardín al primer grado, es increíble. Sin estridencias. Sin grandes actos. Sin disfraces. Sin banda sonora. Solo una entrega solemne de los trabajos realizados por los niños durante el año, que se hará en 15 días, y esa reunión que nos convocó ayer, en la que todos (nosotros como padres y ellos como maestros) pudimos hablar de como vemos a Joaqui, y sobre todo, de como podemos acompañarlo y ayudarlo en sus dificultades, cada uno desde su rol. Se habló poco de lo pedagógico. Se habló mucho del niño, de su espíritu, de su carácter. Hay dos anécdotas que pintan a este cole por completo:La primera, fue hace unos meses, charlando con unos amigos, nos contaban que no se habían dado cuenta que tenían que comprar zapatillas nuevas a su hija, porque generalmente las usa solo en el cole, y como "está mucho sentada" se ve que no le molestaba. Solo lo notaron un día que se las pusieron durante el fin de semana, y al rato de estar jugando la niña avisó que le hacían doler... Yo no podía creer el contraste con Joaqui, que este año tuvo más pares de zapatillas que nunca en su vida, porque las traía mugrientas, destrozadas y con kilos de arena de tanto potrear, y por primera vez tuve que poner pitucones en todos los pantalones, porque no quedó uno solo sano.La segunda, también en una charla con amigos, que me cuentan que de regalo de fin de año, en el cole de su hija, les habían dado una poesía sobre "Quién les robo el juego a los niños", y que decía cosas como que los niños de ahora no saben jugar a las bolitas, ni a la soga, ni a la rayuela... Cuando le dije que en el cole de Joaqui sí se jugaban esos juegos, y se cantaban aquellas canciones viejas como La Farolera, o la Paloma Blanca, me dijo que bueno, pero que en realidad eso era función de los padres.Claro que es función de los padres!! Pero también debe serlo de la escuela! Yo no tuve hermanos varones, jamás hubiera podido enseñarle a Joaqui a jugar a las bolitas. Pero aprendió en el cole, y le encanta... Y los juegos de manos los tenía completamente olvidados hasta que Joaqui los aprendió en el jardín. Los niños debe poder ir a la escuela a jugar, a divertirse, a pasarlo bien con sus amigos, y si en el proceso aprenden, MEJOR!! Y seguro que aprenderán, aunque no de la forma convencional, sino a través de la experiencia, y esa forma de aprender, de tomar para sí el conocimiento de algo, no se olvida jamás...Pero lo importante es que hoy, mi hijo de 5 años, no está sentado 4 horas en un pupitre, memorizando letras y números. Esta jugando, experimentando con poleas para llevar el agua hasta la huerta, haciendo y deshaciendo telares, mezclando colores para crear nuevos... y al mismo tiempo adquiriendo conocimientos que no se le olvidarán jamás...
El cómo se fueron confabulando los astros para que fuéramos tomando este camino en la crianza y educación de nuestros hijos es todavía un gran misterio para mí.Trato de pensar cuándo, cómo y qué fue lo que me hizo el "click" (más allá del hecho en sí de devenir madre) y no lo sé. Seguramente fue un proceso. Hemos ido haciendo camino en muchas cosas, y aún lo estamos haciendo en tantas otras.Nuestra última aventura ha sido el cambio de cole de Joaqui de este año, de un cole común a un cole Waldorf.Todo comenzó cuando me hablaron por primera vez de este tipo de educación, y yo pensé "Que secta más rara"... Luego escuché hablar de Montessori, Pestalozzi, Escuelas Activas y Libres, Homeschooling, Unschooling, y empecé a indagar, a averiguar, a curiosear.Sí, creo que la curiosidad fue determinante. Cuando me han hablado de lactancia a demanda, de colecho, de crianza con apego, de escuelas alternativas, por más loco o raro que me sonara lo que me decían, indagaba, preguntaba, me fijaba en internet... Tal vez por eso me asombra tanto que de toda la gente que tengo a mi alrededor, a muy pocos se les haya ocurrido indagar un poco sobre estas cuestiones.La gente tiende a no cuestionarse nada. Dan todo por sentado. Dejan todo en manos de terceros. Primero, lo que les dice el obstetra durante el embarazo. Luego, lo que les dice el pediatra. Más adelante, lo que les dice la maestra de la escuela... "Sí ellos lo dicen, que saben, que han estudiado, quién soy yo para cuestionarlo?", es el argumento.Yo soy la madre, por eso lo cuestiono. Quién mejor que yo para conocer las necesidades de mi hijo, más allá de lo que un obstetra, pediatra o maestra me pueda decir?En estos últimos meses he pasado ya por 4 obstetras. Que me han dicho las cosas más disparatadas o me han faltado el respeto, a mí y a mi cuerpo, de una u otra manera, tratando de infantilizarme, de ponerme en lugar de "paciente". No estoy enferma, estoy embarazada!!! Y ya tuve dos hijos antes, que se creen, que soy estúpida? Al último hasta lo tuve que escuchar meterse (sin permiso) en mi vida sexual, ante mi negativa a ponerme un DIU cuando nazca el bebé (para lo que faltan 5 meses!!!).Con la pediatra, por suerte, no he tenido dolores de cabeza, porque desde el primer día elegimos una pediatra amorosa, que no sé si compartirá o no gran parte de mis "locuras", pero al menos las respeta, y no se mete.Y con el cole... ahhh, el cole de Joaqui!! No puedo dejar de agradecerle al ángel que logró que consiguiéramos esa vacante!!Ayer tuvimos reunión con la directora de jardín, la directora de primaria, y el maestro que acompañará a Joaqui durante los próximos siete años. La forma tan cuidada en que se está dando este paso del jardín al primer grado, es increíble. Sin estridencias. Sin grandes actos. Sin disfraces. Sin banda sonora. Solo una entrega solemne de los trabajos realizados por los niños durante el año, que se hará en 15 días, y esa reunión que nos convocó ayer, en la que todos (nosotros como padres y ellos como maestros) pudimos hablar de como vemos a Joaqui, y sobre todo, de como podemos acompañarlo y ayudarlo en sus dificultades, cada uno desde su rol. Se habló poco de lo pedagógico. Se habló mucho del niño, de su espíritu, de su carácter. Hay dos anécdotas que pintan a este cole por completo:La primera, fue hace unos meses, charlando con unos amigos, nos contaban que no se habían dado cuenta que tenían que comprar zapatillas nuevas a su hija, porque generalmente las usa solo en el cole, y como "está mucho sentada" se ve que no le molestaba. Solo lo notaron un día que se las pusieron durante el fin de semana, y al rato de estar jugando la niña avisó que le hacían doler... Yo no podía creer el contraste con Joaqui, que este año tuvo más pares de zapatillas que nunca en su vida, porque las traía mugrientas, destrozadas y con kilos de arena de tanto potrear, y por primera vez tuve que poner pitucones en todos los pantalones, porque no quedó uno solo sano.La segunda, también en una charla con amigos, que me cuentan que de regalo de fin de año, en el cole de su hija, les habían dado una poesía sobre "Quién les robo el juego a los niños", y que decía cosas como que los niños de ahora no saben jugar a las bolitas, ni a la soga, ni a la rayuela... Cuando le dije que en el cole de Joaqui sí se jugaban esos juegos, y se cantaban aquellas canciones viejas como La Farolera, o la Paloma Blanca, me dijo que bueno, pero que en realidad eso era función de los padres.Claro que es función de los padres!! Pero también debe serlo de la escuela! Yo no tuve hermanos varones, jamás hubiera podido enseñarle a Joaqui a jugar a las bolitas. Pero aprendió en el cole, y le encanta... Y los juegos de manos los tenía completamente olvidados hasta que Joaqui los aprendió en el jardín. Los niños debe poder ir a la escuela a jugar, a divertirse, a pasarlo bien con sus amigos, y si en el proceso aprenden, MEJOR!! Y seguro que aprenderán, aunque no de la forma convencional, sino a través de la experiencia, y esa forma de aprender, de tomar para sí el conocimiento de algo, no se olvida jamás...Pero lo importante es que hoy, mi hijo de 5 años, no está sentado 4 horas en un pupitre, memorizando letras y números. Esta jugando, experimentando con poleas para llevar el agua hasta la huerta, haciendo y deshaciendo telares, mezclando colores para crear nuevos... y al mismo tiempo adquiriendo conocimientos que no se le olvidarán jamás...