Sin tener ni idea de cómo continuaba la historia, o si tan siquiera tenía continuación, me lancé de cabeza a escribir mi propia secuela, poniendo por escrito todo aquello que quería que les ocurriera a los personajes que me acompañaron tanto tiempo en mi mente. No podéis imaginaros lo poco que tardé en escribir alrededor de 100 páginas (tamaño folio) y la pasión que descubrí. A veces estaba noches en vela, me olvidaba de comer (e incluso creo que suspendí algún examen de mates por culpa de eso =B), y no podía parar de releer mi escrito una y otra vez, cambiando expresiones, reescribiendo descripciones... vamos, una gozada.Pero de repente, mi mente se bloqueó. Perdí la inspiración y dejé el borrador abandonado durante mucho tiempo. Entonces, un día, ordenando mis caóticas carpetas de documentos en el ordenador, lo volví a abrir, y lo releí. El resultado fue, que me agradecí a mí misma no habérselo dejado leer a nadie en su día.No fui consciente de lo que habían cambiado mi forma de ser y mis pensamientos hasta que volví a leer aquello. Es increíble lo que le puede hacer a un libro dejarlo tranquilo durante un tiempo, y unos meses o años más tarde, ser crítico con uno mismo e intentar ponerte en el lugar del lector.¿Para qué todo este rollo que os he contado?Bueno, para deciros que siento verdadera pasión por escribir. Pero, a veces hay buenos momentos, y a veces otros no tan buenos. Y muchas veces, momentos que no son adecuados, como yo a los 15 años. Sin embargo, ahora quizás sí me siento en el momento adecuado para escribir. Empecé hace unos meses con otro borrador, un boceto que llamé (y se sigue llamando) "Desvaríos de una mente delirante", y que pasó a ser mi compañía durante muchas noches en las que no podía conciliar el sueño. Siguiendo mi filosofía adquirida con la experiencia de que los libros son como el buen vino: cuanto más los dejas madurar, mejor y más fuertes saldrán, dejé reposar ese nuevo borrador durante unos meses.¿Cuál ha sido el resultado esta vez?Al contrario que con el primer libro que quise "intentar" escribir, no me han entrado ganas de borrarlo, sino de seguir escribiendo. Sí, seguiré escribiendo mi historia, sin dejar que los malos momentos acaben con mi determinación. Quizás algún día lo consiga acabar, algo ya muchísimo menos probable es que vea la luz en alguna editorial, pero os aseguro que si lo acabo, los primeros en enteraros seréis vosotros.Para acabar, (y aquí viene el motivo de este post) quería dirigirme a todos esos escritores frustrados que hay por la blogosfera. Incluso creo que los hay resignados, que se deciden a publicar su obra por capítulos en su espacio personal, dejándola abierta al mundo entero para que la disfrute quien quiera, pensando que a ninguna editorial le parecerá lo suficientemente buena.Lo que os quiero decir es que: si eres un escritor novel, o estás pensando en escribir, o ya tienes una novela y no sabes si a alguien le gustará, y lees este post, por favor, no te desanimes. Y si te deja de convencer tu propia historia, déjala madurar. No abandones el fruto de tu esfuerzo y trabajo, porque aunque intentes convencerte a ti mismo de que a nadie en el mundo le va a interesar, créeme, tu peor enemigo eres tú mismo. Nunca encontrarás a alguien tan cruel contigo como tu propia mente, pero a veces hay que hacer callar a la mente, y escuchar al corazón.Y para todos, un enorme saco de abrazos y esta canción, por estar ahí detrás leyendo los desvaríos de esta mente delirante :D