Si bien el Licencido Charán Díaz Arquillo dijo: "detrás de muchas depresiones, trastornos de ansiedad, problemas de ira, conflictos internos, etc. No hay mucho más que una historia de amor incompleta". Quiero usar esta reflexión para compartir un lugar en el mundo: Alemania, Speyer.Si hay algo mas excitante y renovador es viajar a un país donde el idioma es tan distinto al nuestro, y que dentro del idioma, se abre toda una cultura. Mis primeros días en la ciudad de Speyer fueron sorprendentes, para almorzar, descifrar el menú, ordenar una bebida y por último la cuenta, si Sr. A usted que esta tan acostumbrado a sentarse relajado en la cómoda sillita del bar de la esquina, pues bien, me llevo unos quince minutos encontrar posición ante semejante paisaje, mi mesita de madera y dos sillitas amorosamente decoradas con un almohadoncito bordado a mano, a los pies, las hojas todavía verdes, recién caídas de los arboles, la presencia imponente de la Catedral, una construcción del año 1030 y la briza, ese aroma a frescura.Allí comencé a recordar el por qué de los antidepresivos, entiendo que para muchas personas no es solo un problema de amores, hay muchos otras causas.La soledad es un espacio interior, de construcción de imagenes ideales y perfectas, un espacio de reflexión, a veces de ideas tristes, de situaciones imaginarias, "sin salida".Estamos solos, en algún momento de nuestras vidas, solos, no hay nadie con quien compartir y el sonido de los cubiertos nos dice: almuerzo para uno.