Cuando están así, que no logran vislumbrar adecuadamente, que no pueden visualizar con optimismo un determinado y concreto entorno, que no ven más allá de un negro horizonte, plagado de desempleo, de déficit, de políticos inútiles, de mentiras y de sinrazones... sí, cuando están así de ofuscados, mis ojos inquietos se refugian en valores supremos, inalterados, inalterables.
¿Se vendrían conmigo a dar un paseo por algunos bellísimos manuscritos medievales y renacentistas? Por favor, vénganse conmigo, necesito compañía y les ofrezco un paseo seguro, inolvidable, reparador.
¿Qué mayor garantía que pasear por los anaqueles de esta joya bibliográfica que es la Biblioteca Bodleiana, de Oxford? Me consta que sus guardianes, la administración inglesa, la cuidan con esmero, la miman, la consideran. ¿Cómo no, verdad?
Acompáñenme. No se arrepentirán. Y si les gusta lo mismo vuelven a visitarla. Me cuentan mis hadas que a veces el perderse en estos templos librarios, devuelve la sonrisa al espíritu más triste. Eso me cuentan. Ojalá les pase también a ustedes.
Mientras, les sugiero esta pieza del album "La Folia", de Jordi Savall