Reflexiones sobre la fotografía en los viajes

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

Artur Isal es fotógrafo profesional. Colabora con sus fotografías en diversas publicaciones nacionales e internacionales y combina su labor de fotógrafo con la docencia, realizando cursos de fotografía, talleres y viajes fotográficos.

Artur nos responde a algunas preguntas sobre fotografía y viajes.

Ahora con la fotografía digital cada vez más gente puede hacer más fotos en más lugares. ¿Qué opinión tienes de este fenómeno?

Me parece fantástico que la fotografía esté al alcance de todo aquel a quien le pueda interesar, aunque también es cierto que, hablando de fotografía de viajes, la accesibilidad a la fotografía debería ir acompañada de un manual sobre el respeto hacia las culturas que visitamos y las personas que elegimos para fotografiar. Deberíamos entender la fotografía como un medio de expresión y no como un fin en sí mismo. Las fotos obtenidas no son trofeos son un pedacito de “mi visión particular” que me apetece compartir.

A veces los lugareños, solicitan una propina por dejarse hacer una foto. ¿Qué recomiendas hacer en estos casos?

Es una pregunta muy difícil de responder porque hacerlo supone generalizar y precisamente éste es un tema complejo que si algo no requiere es de la generalización. Yo siempre digo que cada uno sabe lo que el corazón le dicta hacer en cada momento preciso. Las situaciones en las que se requiere de una aportación económica para hacer una fotografía son muy concretas y llenas de matices. Creo que hay que reflexionar cada situación por separado.

¿Qué se requiere para hacer fotografías a la gente de forma respetuosa?

Humildad, respeto y saber aceptar un no por respuesta. Como dice Susan Meiselas “Sonríe, mira a los ojos y espera el tiempo necesario”.

Diferentes culturas, se relacionan de forma diferente con la fotografía. ¿Cuáles son las diferencias y cómo encararlas cómo fotógrafo? ¿Podrías poner algunos ejemplos?

Creo que las diferencias más palpables existen entre las personas que consideran una fotografía como un homenaje personal (véase la India por ejemplo) y aquellas a quienes una foto les resulta insultante e invasiva. Como siempre la diferencia radica más en la persona que en la cultura y los logros en el tiempo dedicado y la dosis de humildad que estés dispuesto a regalar.

Gracias.