En cierta medida, Lite tenía razón. Gróstico de un tiempo a esta parte miraba las cosas desde otro lado mientras le perturbaban otras cuestiones más ligadas a su existencia. ¿Quizás se volvió un egoísta? ¡Burgués!, volvía a arremeterse introspectivamente en su acusación diaria, ¿cómo combatir ese dilema inmerso en esa sociedad? Esa pregunta lo acongojaba, el eje de su pensamiento giraba en torno a eso. ¡Mentira! Mentirse asimismo es el colmo de la evasión. Aquella mujer que había conocido imprevistamente era el desvelo de sus pensamientos, el diario que no escribe. ¿Culpable es el destino? Mmm, esa pregunta suena muy a bolero de Manzanero, aunque en cierta forma ese interrogante no estaba tan a lugar: porque también podría haberse cruzado en la estación al tipo de Munch que al mirar a Gróstico, elevaría ese grito descarnado, su cara deforme. Sin embargo, se le había aparecido
˙oɔol ɐqɐʇsǝ ou ǝnb ǝp ɐqǝnɹd ɐun ɐɹǝ ˙ɐqıɹɹɐ ɐɹɐd sɐʇɐd opunɯ lǝ osnd ǝl ǝnb ɹǝɾnɯ ɐl ,ɐllǝPorque ella lo había mirado a los ojos, y le pedía fuego. ¿Y él que hizo? —˙ɐpɐN— Chispa me contó el plan y no hay ningún drama. La semana que viene me pasan al turno de la noche y somos re poquitos, así que se va a poder trabajar tranquilos. El tema sería neutralizar al de seguridad. Ahora, la pregunta que le hice a Chispa te la hago también a vos: porque el plan está genial, sería una linda lección... pero, ¿y después? miren que después conseguir laburo está jodido y más si llegamos a quedar marcados. Yo no tengo problemas porque estoy por entrar a laburar en una clínica y sería esto como un broche de oro. ¿Y ustedes? ¿Qué? —˙ɐpɐN Otra vez el tema de la elección, piensa Gróstico. Aunque esta vez quizás realmente con esa decisión pueda alcanzar la areté. Si bien para Lite eso no signifique una auténtica respuesta, porque su abanico de elección está ligado a la sociedad. El hombre y su entorno. Sus actos son conducidos hacia una finalidad que impactará en mayor o menor medida sobre la sociedad. Y eso se debe al que el sometimiento es inconsciente y el damnificado sufre y forma parte de esa dialéctica. Todo muy lindo pero Lite se olvida que entre un Tratado de Gabriel Marcel, tres pares de calcetines de nylon, una cafetera garantida, una rubia de costumbres elásticas y una jubilación antes de la edad reglamentaria, puede optar por la banana cronopiesca. Pero para qué explicarle.—Fijate, Gróstico. ¡Estás en cualquiera! No te diste cuenta que te había escupido en la taza y te lo estás tomando... —asevera Lite muy divertido, mientras Gróstico vuelve atropelladamente a la realidad devolviendo el mate cocido que estaba saboreando en su boca a la vez que maldecía las bromas pesadas de su compañero.