El Estado decide la vida tanto política como económica de sus súbditos.
Como el benevolente es humillado y vejado constantemente y parafraseando a Bretch, "el odio sólo ayuda donde impera el odio", éste debe ser la vía que le quede al hombre de buena fe para pacificar el despropósito en el que se ha convertido la existencia.
El Estado decide la vida tanto política como económica de sus súbditos.
El Estado decide la vida tanto política como económica de sus súbditos.