Reflexiones varias.
Publicado el 11 marzo 2016 por Matapuces
Como la información es poder y el gobierno manipulación, la conciencia (que es lo contrario al poder de manipular), es la capacidad del individuo de tomar decisiones que otorga la autonomía de ser consciente de la libertad que implica la verdadera independencia e interdependencia.
Como el pensamiento es por lo general información, la conciencia es lo contrario al pensamiento y no está supeditada a la información. La conciencia es el no pensamiento al ser anterior a la información e implica la capacidad de discernir la cualidad de las cosas y su utilidad no como pensamiento sino como intuición e inteligencia.
Hay que sospechar en buena medida de los mitos, si éstos han trascendido a la opinión pública es porque ha habido un interés del Poder en crear la imagen de la figura del mito al erigirse como autoridad para el control de las masas.
Si el principio de libertad se adquiere por defecto, ésta se fundará en la negación de la cultura, la religión, las costumbres, las tradiciones y de la política como imposición en base a cualquier autoridad, ya provenga de un individuo o colectivo que se arrogue el derecho a dictarlas.
El gobierno de la sociedad implica antes el auto-gobierno del individuo, sin éste no puede haber aquel, porque no es lo mismo el gobierno de la sociedad o de todos que el gobierno del Estado o de una élite de Poder.
La complicidad de la autoridad y del individuo o del pueblo se ve reflejada en su máximo representante, que es el Estado.
Si hemos nacido para ser libres debemos decir la verdad sin temer las consecuencias que pueda provocar, de lo contrario nuestras vidas se convierten en un auto-engaño y una farsa de la que somos cómplices en su totalidad, al ocultarla en la ilusión de nuestros pensamientos y acciones individuales.
Lo que hace de la ley una norma y obligación a cumplir es el consenso de la sociedad.
La ley es a la tradición lo que el engaño a la traición.
Desengañate: no eres sincero contigo mismo.
La ley deviene en obligación y obediencia cuando existe autoridad.
La ley de la conciencia va más allá del bien y del mal.