Que este país debe reformar sus leyes migratorias lo sabe y lo desea la mayor parte de la poblaciónpor eso el discurso de Obama fue claro en determinar que la ley actual esta caduca y que no adecua a las necesidades actuales ni a la realidad coyuntural de este país, reconoció también que es imposible deportar a millones de indocumentados y mejor aún reconoció que estos ya forman parte de la sociedad norteamericana y no sólo eso sino también que son parte de su economía.
Pero el punto más importante a mi entender y creo yo que es el que debe tener mayor relevancia es aquel donde el mismo presidente desagravia a toda la comunidad inmigrante, específicamente a la indocumentada, diciendo que es una comunidad que viene a trabajar y que su error fue transgredir las leyes de inmigración de este país, pero que no existe delito criminal alguno, esto deja sin argumento a los grupos de odio de este país que siempre han argumentado que los indocumentados son criminales y que sólo vienen a este país a delinquir.
De igual manera quedan desvirtuadas con este discurso aquellas “leyendas urbanas” que han tejido los anti inmigrantes aduciendo que los que vienen a este país son anti americanos ó que odian a Estados Unidos, es que ese cuento sólo lo puede creer una mente enferma y xenófoba, ¿Quién va a querer venir a vivir a un país que odia supuestamente odia?
Otro punto fundamental del discurso del presidente Obama es que ha quedado claro que para conseguir un apoyo masivo para llevar a cabo la tan ansiada reforma migratoria no hay que comernos el cuento de los republicanos, específicamente los que pertenecen al “Tea Party”, quienes con argucias han querido desmerecer a Obama tratando de poner en contra del gobierno a la mayoría de los latinos legales de este país, con esto sólo consiguen que el status quo se mantenga y que estados como Arizona emitan leyes como la controversial SB 1070.
Las cartas estan tiradas sobre la mesa, este país necesita legalizar a esos mas de 12 millones de indocumentados, por su economía y por su sociedad, pero sobretodo por los principios que hicieron de esta nación la gran potencia que es hoy en día y que un grupúsculo de enajenados mentales pretende desmerecer para imponer sus más bajos instintos de poder y supremacía, estamos ya en el siglo 21 y esto no debe prevalecer nunca más en este planeta.