Capítulo XLII. Que trata de lo que más sucedió en la venta y de otras muchas cosas dignas de saberse.
En este nuevo Capítulo llegan a la venta un oidor y su hermosa hija, Doña Clara de Viedma, que resultan ser hermano y sobrina del cautivo, justo el hermano que el padre determinó que se dedicara a las letras y que va camino de Sevilla para embarcarse hacia las Américas.
Los dos hermanos se saludan entre lágrimas y deciden comunicarle cuanto antes a su padre el feliz retorno del cautivo. Mientras todos se van a dormir, Don Quijote se queda haciendo guardia a la vez que comienza a escucharse un dulce canto que a todos asombra.