Esta semana sigo leyendo La camarera del Bach de Antonio Gómez Rufo y La pintora de estrellas de Amelia Noguera, dos novelas que me están gustando mucho.
A final de semana, para el viernes comenzamos a leer Viajo Sola de Samuel Bjork para la lectura conjunta/simultánea organizada por varios blogs.
Capítulo XLIII. Donde se cuenta la agradable historia del mozo de mulas, con otros estraños acaecimientos en la venta sucedidos.
Una vez que casi todos han contado alguna historia en la venta, el mozo de mulas comienza a cantar con una voz increíble una hermosa canción que llena de dolor a la bella Clara quien cuenta a Dorotea que realmente el joven no es un mozo de mulas sino un señor que la sigue y la pretende aunque nunca sus padres consentirán en que ambos se unan.
La verdad es en que esta ocasión, más que gracia, Don Quijote da mucha penita por la situación en que queda con la broma y las risas que provoca en las dos mujeres que se la gastan.