Refrescando neuronas #43

Publicado el 10 noviembre 2014 por Aleon @Aleonpizarro

Esta semana, como muchos de vosotr@s, estoy leyendo Viajo Sola de Samule Bjork, una novela que no creo que me dure mucho porque es muy adictiva.
También estoy leyendo La pintora de estrellas de Amelia Noguera de la que llevo algo más del 60% y que también me está gustando bastante. Y, por último, comencé a leer La arena del reloj de Mayte Esteban que también llevo muy avanzado aunque lo he dejado un poco de lado porque me ha absorbido totalmente el caso de las niñas desaparecidas.
Capítulo XLIV. Donde se prosiguen los inauditos sucesos de la venta.
Lo que va a dar de si esa venta. No logro entender como cabe tantísima gente. Nadie se va y no dejan de llegar nuevos clientes que se reúnen en el mismo lugar.
En este capítulo, además de todos los que ya están alojados, llegan a la venta cuatro criados del padre del que se hace pasar pro mozo de mulas, que en realidad se llama Don Luis. Los criados pretenden llevarse por las buenas o a la fuerza al joven para curar de su pena a su padre y el joven se niega a abandonar a su amada Doña Clara.
Por otro lado, el ventero es vapuleado por dos escuderos que pretenden marcharse sin pagar sin que Don Quijote llegue a mover un músculo en su ayuda. Para rematar la bronca aparece por la venta el barbero al que Don Quijote quitó la bacía (el yelmo de Mambrino, según él) y Sancho la albarda que colocó en su asno. El barbero reclama sus pertenencias y supongo que alguna buena se va a liar porque no parece que Don Quijote quiera deshacerse de su "yelmo".