Refugiado. Una película de Diego Lerman

Publicado el 04 marzo 2015 por Mumbo @OMasti2012
El próximo viernes se estrena en las carteleras españolas la película, "Refugiado", dirigida por Diego Lerman, protagonizada por Julieta Díaz y Sebastián Molinaro, y que nos relata un absorbente drama realista, sobre el miedo que genera el abuso físico y moral en el ámbito familiar.
Matías (Sebastián Molinaro) y Laura, su madre (Julieta Dìaz), se ven obligados a abandonar precipitadamente su casa tras la enésima reacción violenta de su padre. Matías tiene 7 años y Laura está embarazada, pero no tienen más remedio que deambular en busca de un lugar donde puedan sentirse protegidos y amparados.

Su director, Diego Lerman, responsable de escribir y dirigir cuatro películas, siendo "Tan de repente" (Id., 2002) su opera prima. En 2002 es seleccionado por el prestigioso Festival de Cannes para hacer 'La Residence' de la Cinefondation en París, donde vivió y trabajó durante cinco meses en la escritura de su segundo largometraje: "Mientras tanto". En 2010 estrenó también en el Festival de Cannes, en la Quincena de Realizadores, "La mirada invisible", su tercer filme que dirige, co-escribe y produce; además, en 2014, en el mismo lugar, estrenó la película que nos concierne, "Refugiado".

El director argentino Diego Lerman, en el set de rodaje.


En "Refugiado", Lerman profundiza en el terror que ocasiona los malos tratos y las consecuencias que de ellos derivan, a lo que nos comenta: "Básicamente se trata de un viaje entre una madre y un hijo. Es un film además sobre las relaciones de pareja y sobre la violencia. La película aborda desde ese lugar de inocencia y extrañeza que representa la mirada de un nene de 7 años una situación conflictiva y por ende dramática."

"La violencia de género es hoy en Argentina una de las temáticas de mayor actualidad." —afirma Lerman—. "Tristemente el país posee unas cifras altísimas de mujeres asesinadas por sus parejas. La problemática creo que excede la reducción de plantear víctimas y victimarios sino que hay un fuerte componente social que hace que las diferencias no puedan ser resueltas de otra manera que no sea la violencia como límite. Hay además otros tipos de violencias, aparte de la física, que suelen darse en estos casos y que también aparecen en la película, lo cual hace que el conflicto sea aún más complejo, llevándolo a un territorio de mayor profundidad, en dónde no es un plano moral lo que está en juego, sino la impotencia que genera en los personajes la imposibilidad de relacionarse sin dañarse." 

"Y para colmo, en el medio está un hijo, Matías, un nene de 7 años, testigo partícipe del conflicto entre sus padres… siendo siempre irremediablemente, el peor parado en este tipo de situaciones." —concluye Lerman—.
Fuentes:Pressbook e imágenes cortesía de ©Caramel Filmshttp://www.caramelfilms.es/http://www.filmaffinity.com/es/film815360.html