La situación cambió radicalmente cuando, ya a finales de agosto, Ada Colau lanza su iniciativa de solidaridad y de ciudad refugio, seguida por Carmena y alguna otra ciudad del cambio progresista. A partir de ahí “tonto el último” parece una carrera sin freno en la que alcaldes de todos los colores se aprestan a salir en la foto diciendo “yo más”.Y es que en un tema tan serio tenemos que distinguir claramente dos vertientes en el debate, la reflexión y en la acción: la humanitaria y la política, la de las causas de la situación. En la primera parece que, ahora, sí hay consenso: España y Europa deben acoger refugiados. Ya sean por persecución política o miseria económica derivada de las guerras. Pero, me ha sorprendido, que incluso entre las formaciones más sólidas y críticas, el debate haya derivado casi solo en esa dirección: cuántos refugiados hay que acoger, cómo actuar con ellos, etc. Largos comunicados de organizaciones políticas y sociales se dedican a distinguir entre los diferentes tipos de refugiados y de migrantes, las actuaciones de las mafias internacionales, el necesario papel de la UE, etc. Pero, si no hablamos y denunciamos las causas, repetiremos la misma historia una y otra vez. Los millones de desplazados que se producen en el Oriente próximo y en el norte de África, queriendo ir a Europa ¿lo son por un terremoto, por una catástrofe natural? O, más bien, tal vez ¿son personas que huyen de las guerras que les han montado las potencias de la zona? Si Europa, USA y la OTAN no reconocen las barbaridades realizadas en los últimos años está claro que se volverán a repetir y quienes van a ser los más perjudicados: la ciudadanía, la mayoría social. Para no alargar este artículo en exceso, recordemos solo lo ocurrido desde 2011:En este año las primaveras árabes se extienden como movimientos sociales pacíficos de masas que reclaman democracia contra unos gobiernos despóticos y corruptos. Primero triunfa en Túnez (en diciembre de 2010 comienzan las movilizaciones y es el único país que consigue y mantiene su democracia), después en Egipto (pero apenas dura un año, un Golpe de Estado derrota al Presidente elegido en las urnas y mata a miles de opositores. Por cierto el nuevo dictador fue reconocido por Occidente y recibido recientemente por el Rey de España). Y en otros países también hay levantamientos populares que son sofocados violentamente. La represión del ejército había causado muchas víctimas en Túnez y Egipto pero la población resistió y consiguió echar a los dictadores, con el sacrificio de centenares de muertos. Pero en otros países la represión continuó. Ahora bien ¿cómo es posible que a las pocas semanas de comenzado el levantamiento popular en Siria y Libia la oposición se armara y comenzaran sendas guerras civiles? La explicación no es difícil de encontrar si analizamos los intereses geoestratégicos y económicos en juego. En los dos casos se aprovecharon diferencias étnicas y territoriales para que el levantamiento popular se convirtiera en guerrilla en determinadas zonas, pero eso solo es posible con ayuda e intervención exterior. En Libia la guerra civil entre el este y el oeste del país se resuelve finalmente cuando la OTAN interviene militarmente para que Gadafi no ganara la guerra. Con la intervención masiva de la OTAN, Gadafi cae, pero lo que queda es el caos y tres gobiernos que se disputan el país entre sí con sus respectivos ejércitos guerreando y, lo que es aún peor para Europa, Libia se convierte en un Estado fallido, una fábrica de terroristas a unos pocos kilómetros de Italia, en la estela de lo que USA consiguió en Irak y desde donde, lógicamente , millones de personas quieren huir. Leila Nachawati: En 2011, tras el inicio del levantamiento popular, Siria pasó de agujero negro informativo durante décadas a convertirse en el mayor productor de vídeos de la región y uno de los mayores del mundo. Youtube llegó a cambiar sus normas, que impedían la difusión de contenido violento, para adecuarlas a la necesidad histórica de contar lo que ocurría dentro del país. A diario se publicaban en la plataforma cientos de vídeos que mostraban la determinación de los manifestantes y la crudeza de la represión por parte de las fuerzas de Asad. http://www.eldiario.es/zonacritica/Siria-lineas-rojas_6_427367271.html
En Siria es aún peor. Como decíamos, a las pocas semanas del levantamiento popular y pacífico contra el dictador, una zona del país comienza la resistencia armada, encabezada por la ciudad de Alepo. Apenas unos meses después son varios los ejércitos de guerrillas los que se disputan el terreno, en lo que es ya una guerra civil en toda regla, pero en la que la oposición se ha divido entre facciones laicas y prodemocráticas por un lado y fundamentalistas ultraislamistas(con Al Qaeda ayudando) por otro, que reciben cuantiosas ayudas económicas y armamentísticas de Arabia Saudí , Qatar, etc. Sí, de esas fantásticas potencias democráticas pro-occidentales que, por ejemplo, encarcelan a las mujeres que pillan conduciendo solas un coche, a la vez que patrocinan nuestros equipos de fútbol y compran parte del Corte Inglés.