Refugiados en Salzburgo

Por Spanierin

Hay veces en la vida en que lo que parece ser una cuestión irrelevante resulta ser un problema grave. Otras veces, lo que se cree que puede llegar a tener importancia no se queda más que en una anécdota. Y en muchas ocasiones se acaban mezclando ambas opciones y surgen tantas opiniones como posibles grados resulten de la mezcla de las dos...

Uno de los temas de conversación más habituales durante estos días en esta parte del mundo es la cuestión de los Flüchtlinge (como aquí se les llama), es decir, los refugiados "sirios" que intentan llegar hasta Alemania. Escribo lo de "sirios" entre comillas, porque yo personalmente no me creo que todos los que llegan sean de donde dicen que son, pero esa es tan sólo mi opinión y no viene a cuento en esta historia.

No voy a hablar aquí sobre lo que opina la gente de esta zona. Los puntos de vista son tan variados que van desde el que dice que debería volver un señor con bigotito que se encargara de lo "nuestro" antes de dedicarse a arreglar los problemas del resto del mundo, hasta quien acoge en su casa a refugiados sin techo, o costea de su propio dinero ropa o alimentos para tantas personas como sea posible; pasando por el (en mi opinión) iluso que dice que cuantos más refugiados vengan mejor, que así acabamos con el problema del paro. Mi opinión, como no es relevante, me la reservo para conversaciones privadas.

Tampoco os voy a contar lo que dicen las noticias, porque no me creo la mitad de lo que cuentan.

Este relato no es más que la consecuencia visible de una mala planificación por parte de quien sea que se esté encargando de este tema...

Érase una mañana lluviosa como fue la de ayer. Objetivo: ir a hacer la compra a Alemania (actividad que resulta más barata que en Austria). Nivel de dificultad: en principio, ninguno. Tiempo requerido para llegar desde el punto A hasta el punto B atravesando la frontera: aproximadamente 30 minutos.

A partir de ayer, queridos amigos, el nivel de dificultad se incrementa y el tiempo requerido de trayecto también, ya que a una inteligente persona le ha dado por pensar, o se le ha ocurrido de repente (a pesar de que los refugiados llevan dos semanas atravesando Austria), que son muchos más de los esperados y que hay que controlar aquello de alguna manera. Es por ello por lo que ahora existen controles en las fronteras, y cuando digo controles me refiero a:

  • Regulación del tráfico a través de un solo carril de ida y otro de vuelta, en cada uno de los cuales se sitúa un policía (soldado a partir de hoy, según dicen) que controla las matrículas y, de manera aleatoria, los pasaportes / documentación de los ocupantes de los coches que van circulando.
  • Establecimiento de varios coches y furgonetas de la policía junto a esas carreteras, para controlar a aquellos que cruzan las fronteras andando. En ocasiones se les deja pasar, y en otras ocasiones se tienen que dar la vuelta. No me preguntéis por qué a veces sí y a veces no, porque no lo sé.
  • Establecimiento de policías en TODOS los accesos a las vías del tren. Y cuando digo todos los accesos no digo sólo las estaciones de tren (que ya llevan dos semanas controladas por la policía) sino también aquellas escaleras de emergencia que hay a lo largo de la vía, o al lado de las puertas que utilizan los trabajadores para acceder a determinados puntos del recorrido.
  • Controles en los trenes. Aunque esto no lo he visto, se dice que los trenes que vienen desde Alemania paran en la última estación a ese lado de la frontera para ser controlados y tras horas de retraso se les deja continuar hasta Salzburgo.

Y a todo esto se ha llegado porque no se ha querido o no se ha sabido organizar el asunto a tiempo. Al principio se oía decir: dejad que los refugiados pasen y que lleguen hasta Alemania, que allí seguro que se encargan de ellos. Hasta que Alemania ha decidido no acoger a nadie más o hasta que algunos han considerado que ya no querían llegar hasta Alemania sino quedarse a medio camino. Pues nada. Veremos en qué deriva esta falta de planificación...