Por Yohan González Duany
El pasado 10 de noviembre fuerzas de la Fiscalía y la Policía migratoria costarricenses detuvieron a doce personas acusadas de tráfico ilegal de personas. [1] Se desactivaba así la célula en tierra “tica” de una red internacional con vínculos en países como Ecuador, Guatemala, Colombia y los Estados Unidos. En su informe la Fiscalía señaló que la organización criminal tenía la capacidad para movilizar hasta 17 migrantes ilegales al mismo tiempo por viaje, lo que significa que en un mismo día podían movilizar hasta 40 personas. Dicha red cobraba a los ciudadanos cubanos entre $7,000 y $15.000 por el traslado completo desde Ecuador, país a donde llegaban desde Cuba, hasta Estados Unidos. [2]
Intentando encontrar una solución a los más de 300 cubanos que, tras la desactivación de la red, se habían amontonado en su territorio, Costa Rica facilitó su tránsito hasta la frontera con Nicaragua; sin embargo, las autoridades nicaragüenses cerraron sus fronteras al paso de los cubanos el domingo 15 y desde entonces se han negado al paso de los mismos bajo el argumento de una “violación a su territorio nacional” a la vez que acusaba al Gobierno de Costa Rica de tomar una decisión “deliberada e irresponsable”. [3]
Dos semanas después y ya son más de cuatro mil cubanos quienes se encuentran varados en la frontera siendo no solo víctimas de un nuevo episodio del conflicto binacional que Costa Rica y Nicaragua sostienen desde hace varios años sino también como víctimas de las políticas de Estados Unidos de aliento a la emigración ilegal de cubanos y por consiguiente de las mafias y redes de tráfico ilegal, a la caza de los dólares del sufrimiento y la desesperación de los migrantes. Mientras tanto, el gobierno de los Estados Unidos, país objetivo del maratón migratorio cubano, se lava las manos cual Poncio Pilatos desvinculándose directamente del tema sin apostar por una revisión de la Cuban Adjustment Act (Ley de Ajuste Cubano), a la postre la verdadera causante de esta crisis. [4]
El 2 de noviembre de 1966 el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Pública 89-739 la cual estableció la posibilidad de que todo nativo o ciudadano cubano recibiese la condición de refugiado político al pisar inmediatamente suelo norteamericano y con ello la posibilidad de optar por la residencia permanente con el añadido además de que pueden viajar a su país luego de regularizar su situación. [5] Se trata de una política única a nivel global, que privilegia a los cubanos por encima de la realidad de los cientos de miles de inmigrantes ilegales que desde México, Centroamérica y Sudamérica viajan anualmente a los Estados Unidos en busca del “sueño americano”. Entre octubre de 2014 y junio de 2015, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (ICE por sus siglas en inglés) deportó a más de 165 mil indocumentados principalmente mexicanos, guatemaltecos, hondureños y salvadoreños [6]; sin embargo, muy pocos de ellos son cubanos, a pesar de que casi 35 mil cubanos tienen orden finales de deportación.
En febrero de 2015 un editorial del diario norteamericano Los Angeles Times urgía al gobierno de Barack Obama a realizar una revisión de dicha política migratoria que, en opinión del rotativo, es débil, anacrónica y otorga un trato privilegiado por encima del resto de inmigrantes. [7] A pesar de que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba se encuentran en pleno proceso de restablecimiento de relaciones y que el propio Obama afirmara que se impone un cambio en la política hacia Cuba, el subsecretario para la Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien es el cubanoamericano de más rango en la Administración, expresó a finales de octubre tras concluir su visita oficial a Cuba que no existe la intención de parte del gobierno norteamericano de alterar ni reformar la Cuban Adjustment Act.
Si el gobierno de los Estados Unidos, como afirmó en el comunicado tras la visita del subsecretario Mayorkas a Cuba, está comprometido con una “una migración segura, legal y ordenada desde Cuba hacia los Estados Unidos y una completa implementación de los acuerdos migratorios existentes con Cuba” [8] ¿por qué no facilita visas a toda aquella persona que desee viajar o residir en los Estados Unidos? Es evidente que el tema de inmigrantes cubanos es un arma política sino, ¿cómo se explican las altas cifras de denegación de visados?
Es evidente que la solución de esta crisis requiere más actitud y menos doble rasero.
[2] http://ministeriopublico.poder-judicial.go.cr/prensa/noticias_judiciales/2015/noviembre/04-Judicial1011.html
[3] http://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTAKCN0T41CN20151115
[4] http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article46814190.html
[5] http://www.gpo.gov/fdsys/pkg/STATUTE-80/pdf/STATUTE-80-Pg1161.pdf
[7] http://www.latimes.com/opinion/editorials/la-ed-cuba-immigration-20150211-story.html
[8] http://www.dhs.gov/news/2015/10/30/readout-deputy-secretary-mayorkas-trip-cuba
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