Durante la Guerra Civil se ensayó una nueva manera de causar el terror. Los ataques aéreos indiscriminados sobre la población civil. fue una nueva idea del régimen para minar la moral y matar a los barceloneses que tenían la mala suerte de ser alcanzados por los proyectiles. El Refugio 307 fue uno de los más de mil que se construyeron en Barcelona para proteger a los ciudadanos de los ataques. Gracias a ellos y a muchas personas que colaboraron en su construcción, se salvaron muchas vidas.
La gran mayoría de estos refugios antiaéreos han desaparecido, aún queda alguno que se puede visitar en contadas ocasiones. El Refugio 307 del Barrio del Poble Sec, se puede recorrer desde hace años y conocer muchos datos sobre esa época a través de las visitas guiadas. Habíamos conocido hace años otro, el refugio antiaéreo en Sant Adrián del Besós que te recomendamos visitar si te interesa este tema.
Visitar el Refugio 307
Al refugio antiaéreo 307 solo se puede acceder a través de la visita guiada. También hay que realizar reserva, sobre todo los fines de semana, que es cuando más gente se acerca hasta aquí. Podrás recorrer la instalación y ver como era un refugio antiaéreo, es uno de los que están mejor conservados en Barcelona. Aunque no es posible recorrer todos los pasillos, el Refugio 307 tiene unos 400 metros de túneles, durante la visita se pueden recorrer unos 200 metros. La altura del refugio oscila entre los 1,5 y los dos metros.
Como llegar al Refugio 307 del Poble Sec
La mejor manera de acercarse al Refugio 307 es en transporte público. No hay aparcamiento público cercano y en los alrededores es zona verde, los sábados y domingos no hay que pagar por aparcar en esta zona. La parada de metro más cercana es la estación de Paralelo de la línea 3 y línea 2. También hay parada de autobús cerca de las líneas 121 (la más cercana), 21 y H16.
La defensa pasiva de Barcelona
El frente de guerra se encontraba lejos de Barcelona y los habitantes se crían seguros dentro de lo que conlleva una guerra. Pero a las tropas franquistas se les ocurrió una nueva manera de aterrorizar al enemigo, bombardear a la población civil. No existían objetivos militares en estos ataques, la idea era bombardear indiscriminadamente sobre las viviendas de los ciudadanos. Con estos ataques pretendían minar la moral del contrario, haciéndoles ver y sentir que nadie estaba seguro.
Hay que tener en cuenta, que en esta época no existían los radares capaces de detectar los aviones que se aproximaban a la ciudad. Cuando sonaban las sirenas apenas tenías tiempo de buscar un lugar en el que protegerte. El terror podía ser tan grande que había padres que habían llegado a olvidarse a sus hijos en las viviendas.
Cuando comenzaron los ataques, la Generalitat creó la Junta de Defensa Pasiva y juntas locales para proteger a las personas. Con los primeros bombardeos, los ciudadanos se protegían en los sótanos o en la red de metro que habían habilitado.
Se intensifican los bombardeos
Al poco tiempo comenzaron a ser más numerosos los bombardeos, había que buscar otras medidas. La red de metro no era tan extensa como la actual, por lo que poca gente tenía una boca de metro lo relativamente cercana para llegar en poco tiempo. Se comenzaron a construir refugios antiaéreos, entre ellos el Refugio 307. Muchos de ellos los construyeron los ciudadanos, el que tenía tiempo lo dedicaba a ayudar trabajando, el que tenía dinero aportaba lo que podía. Al que no hacía ni una cosa ni otra, había carteles recordando que debía ayudar de alguna manera.
El bombardeo más sangriento en Barcelona
El 16 de marzo de 1938 a las 22:08, el refugio 307 junto con toda la red de refugios antiaéreos se hicieron más necesarios que nunca. Comenzaron los bombardeos más sangrientos y largos en Barcelona. Una de las bombas cayó sobre un camión cargado de dinamita en el cruce la la calle Balmes y Gran Vía provocando la muerte de 270 personas.
Después de 13 bombardeos que finalizaron el 18 de marzo a las 15:07, el resultado de este horror fue de más de 1.000 muertos y heridos. Fueron destruidos totalmente 45 edificios y 75 sufrieron daños parciales. Los bombardeos siguieron, la situación en Barcelona era muy difícil, había problemas graves de suministros, la gente comía lo que podía mientras intentaba no morir bajo las bombas.
Cómo era el Refugio 307 durante la guerra
El Refugio 307 como la gran mayoría de los refugios de la ciudad se construyó gracias a los ciudadanos que se organizaron. El gobierno tenía poco dinero y había problemas para conseguir los materiales de construcción. Los planos del refugio fueron realizados por un vecino del Barrio del Poble Sec, pero murió en el anonimato antes de acabar la guerra.
Nada más acceder al Refugio 307 nos encontramos con las letrinas, esto se debe a que la entrada está mejor ventilada. Incluso estaban alicatadas, gracias a las donaciones de algunos vecinos. Las paredes estaban pintadas con cal blanca por higiene y para que no fuese tan claustrofóbico. Hay que tener en cuenta que este refugio antiaéreo estaba proyectado para una capacidad de 2.000 personas.
Este era una de los mejores refugios antiaéreos que había en Barcelona. Disponía de enfermería, guardería, bancos para sentarse, fuente e incluso luz eléctrica gracias a un grupo electrógeno. También existían carteles aconsejando a los usuarios que debían evitar algunos temas, como el futbol, la política, no dormirse. Cuando duermes el cuerpo consume más oxígeno. En un lugar con tanta gente y sin ventilación lo mejor era estar lo más «tranquilo» posible.
Después de la guerra
Cuando acabó la guerra, se habían construido 200 metros de túnel, aún así, se siguió construyendo el refugio por si acaso. Llegó a tener suministro de agua, gracias al descubrimiento de una fuente en el interior. Posteriormente en la entrada este se instaló una empresa de decoración de vidrio, utilizó unos metros de túnel como almacén y después como vertedero de vidrio roto.
Incluso hubo una familia viviendo en una de las zonas del antiguo refugio 307. Las condiciones en el refugio era mejores que en algunas casas. Esta familia que instaló una salida de humo para el hogar que tenía instalado, también se dedicó a un negocio muy curioso. El refugio antiaéreo reunía las condiciones ideales para cultivar champiñones, oscuridad, humedad. Antes de habilitar el refugio para las visitas, se marcharon del refugio.
Qué más hacer cerca del Refugio 307
El Refugio 307 se encuentra en la falda de la Montaña de Montjuic. Un lugar en el que puedes hacer muchísimas cosas. Tenemos una guía con todo lo que puedes hacer en la montaña. Si prefieres bajar hacia el mar, puedes acercarte al Museo Marítimo o al Aquarium, también se encuentra cerca el Palau Güell.
La entrada Refugio 307, protección contra las bombas se publicó primero en Los viajes de Quim y Elena.