Regalitos de secreto ibérico con salsa de kiwi y pera

Por Laura Perezábad @Gacetalimento

Llega la Navidad, llegan semanas de celebraciones y de regalos. Se nos agotan las ideas y ya no sabemos con qué sorprender. Os traigo una idea preciosa, ¿algo más bonito que un regalito que se come? Y, además, hecho a mano por vosotros mismos. Esta receta es fantástica, toca sorpresa para cada uno de la mesa. Una sorpresa que es secreto... secreto ibérico. La salsa pone el contraste perfecto, dulce y acidulado, colorido, fresco. Una salsa de kiwi y pera que aligera la carne, gustará mucho estos días en que nos persiguen los excesos.

La tarea es muy sencilla, vamos a por nuestros regalitos de secreto ibérico con salsa de kiwi y pera.

  • 300 g de secreto de cerdo ibérico
  • 1 puerro con sus hojas verdes externas.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Para la salsa: 1 kiwi y 1 pera maduros, 1 cucharada sopera de miel, 1 cucharada de postre de salsa de soja, 1 de postre de aceite de oliva y otra de zumo de limón, 1/2 cuchara de postre de jengibre fresco rallado, sal y pimienta negra molida.

Hacemos primero el relleno de los regalitos:

-Limpiamos el puerro guardando las hojas externas. Picamos fino el puerro y la cebolla. Pochamos ambos en una sartén con una cucharada de aceite. Reservamos.

-Cortamos el secreto en tiras finas y lo salteamos a fuego fuerte con la otra cucharada de aceite, un minuto por cada lado, lo suficiente para sellar la carne. Salpimentamos y reservamos.

-Partimos dos hojas de pasta filo por la mitad, de forma que nos queden dos rectángulos. Los ponemos en forma de cruz y ponemos en el medio el secreto ibérico y el puerro y cebolla, repartiendo ambos entre los cuatro regalitos.

-Envolvemos con uno y con otro en el otro sentido, formando los paquetitos

-Pintamos con mantequilla y ponemos el lazo al regalo con dos tiras finas de las hojas verdes del puerro.

-Horneamos unos 30 minutos a 180º hasta ver dorados los regalitos.

-Pelamos y troceamos las frutas y las ponemos en el vaso de la batidora junto con el resto de ingredientes. Batimos bien.

Servimos los regalitos y su colorida salsa en una salsera aparte. Listo para regalar. Listo para disfrutar. ¡Buen provecho!

Estos regalitos son un ejemplo de las muchísimas cosas que podemos hacer en la cocina con la pasta filo, tanto recetas saladas, como dulces.

La pasta filo es una pasta blanda, finísima y casi transparente como una hoja de papel, utilizada originariamente en las cocinas árabes, turcas y griegas. Se elabora con harina de trigo, aceite, sal y agua. Al ser tan fina y llevar tan poca grasa es muy ligera. Otras masas, como por ejemplo los hojaldres, tienen un contenido graso muy superior.

La sensación crujiente que permite conseguir hace que sea especial, un crunch y se pierde rápidamente en la boca. Eso sí, es delicadísima. Debe estar el menor tiempo posible expuesta al aire, por lo que hay que trabajar rápido con ella y cubrirla siempre con un paño o servilleta. Para que no se humedezca mucho, ni quede cruda en el interior y pierda su crujiente, los rellenos deben ser bastante secos.

Puede hacerse en casa pero la técnica es delicada y compleja. Se encuentra fácilmente elaborada, lo que facilita mucho la tarea. Además, si sobra, se puede congelar.

Una maravilla, da muchísimo juego con resultados excelentes. Me encanta.