Su primera temporada en los Pacers sería premonitoria, pues batiría en ella el récord de triples de un novato que tenía Larry Bird anotando 61 tiros desde más allá del arco. En la temporada siguiente su promedio anotador mejora de los 10 a los 16 puntos y lidera a los Pacers en robos, empezando a dstinguirse no sólo por su capacidad ofensiva sino por su intensidad en defensa.
En la temporada 89-90 Miller es elegido para el allstar y promedia 24.6 puntos por partido, lo que vale para ser segundo en la votación de jugador más mejorado sólo superado por Rony Seikaly. Los Pacers, apoyándose en él y en Chuck Person, consiguen llegar al playoff donde son barridos por los Pistons.
Person y Miller, grandes aficionados al trash talking, son la columna vertebral de unos Pacers que parecían a mitad de camino de ningún sitio. Sin embargo los duelos verbales (y en la pista) de Person con Bird, la intensidad y las canastas de Miller y un elenco de aceptables secundarios forjan la personalidad del equipo. Fueron precisamente los Celtics de Larry Bird los que eliminan a los Pacers en playoffs en la temporada 91-92 con un memorable duelo entre Bird y Person. En la temporada siguiente Person es traspasado y Miller sigue creciendo como jugador (consigue su récord personal de anotación con 57 puntos), pero los Pacers no consiguen superar nunca la primera ronda de los playoffs, siendo eliminados en esta ocasión por los Knicks.
Miller era considerado uno de los mejores escoltas del mundo. Pero lo que iba a pasar en los playoffs de la temporada siguiente nadie se lo esperaba. Nadie y mucho menos Spike Lee. Los Pacers llegaron a playoffs ese año y superaron la barrera de la primera ronda con facilidad barriendo a Orlando. Atlanta les costó un poco más (4-2) y cuando llegaron a la final de conferencia se encontraron con sus verdugos del año anterior, los Knicks. Nadie había dado un duro por los Pacers aquellos años y no parecía que la cosa fuera a cambiar, pero cuando delante de Spike Lee (y mofándose de él después de cada canasta) en el Madison Square Garden en el quinto partido de la serie Miller anota 25 puntos en el último cuarto (con 5/5 desde el triple) para dar la victoria a los Pacers, Reggie empieza a escribir su leyenda. Esto fue lo que pasó:
La serie iría para los Knicks pero los Pacers vendieron muy cara su derrota y sentarían las bases de la rivalidad Knicks-Pacers. El año siguiente los Pacers se vuelven a encontrar con los Knicks en playoffs, esta vez en semifinal de conferencia. En el primer partido los Knicks llegaban 6 arriba a 19 segundos del final. Posesión para los Pacers. Todo el Madison daba el partido por ganado, incluso Larry Brown (entrenador de los Pacers)... bueno todos no:
Reggie Miller salió con el 'I'm gonna stick it in your face' que decía Larry Bird grabado en el cerebro y vaya si lo hizo. 8 puntos en menos de 19 segundos para dar la victoria a los Pacers. La prensa de NY empiezan a apodar a Miller 'Miller the Killer'. La serie iría para los de Indianapolis que perderían en final de conferencia contra los Orlando Magic.
La temporada 95-96 empezó con un Miller que acababa de ganar el oro de Atlanta con el equipo nacional. Una temporada que se esperaba gloriosa acabó en primera ronda de playoff debido en parte a una lesión en la córnea de Miller, que no pudo evitar la derrota frente a los Hawks. La temporada 96-97 tampoco hizo realidad las espectativas que había sobre el equipo, no consiguiendo ni siquiera llegar a playoffs.
No es hasta la temporada 97-98 que los Pacers vuelven al playoff con éxito, deshaciéndose de sus archienemigos los Knicks en semifinal de conferencia por 4-1 y cayendo derrotados en un espectacular duelo con los Bulls de Michael Jordan por 4-3, con un enfrentamiento Jordan-Miller absolutamente espectacular que nos deja momentos como este, con 2-1 a favor de Chicago. Miller time:
Marca de la casa. La temporada siguiente los Pacers caen en final de conferencia contra los Knicks, que lograban resarcirse así de las derrotas de años anteriores. Al año siguiente los Pacers vuelven a enfrentarse a los Knicks en final de conferencia tras derror a Milwaukee y Philadelphia. Los Pacers querían venganza tras lo sucedido el año anterior y la logran, con un 4-2 que les daba acceso a las finales de la NBA. Allí se encontraron con unos poderosos Lakers que sufrieron para superar a las huestes de Larry Bird, que oficiaba entonces de entrenador en los Pacers. Aquella final supuso un máximo para los Pacers, que contaban con jugadores de la calidad de Jalen Rose, Rick Smits, Travis Best, Jonathan Bender, Dale Davis, Derrick McKey, Sam Perkins, Al Harrington y el propio Reggie. Bird abandonaba su puesto de entrenador ('Creo que este es el único equipo en el que piden más autógrafos al entrenador que a los jugadores', dijo Miller) y el equipo sufría la retirada de uno de sus puntales, Rick Smits.
Isiah Thomas tomó el banquillo de los Pacers pero su labor fue muy discutida. Los Pacers fueron eliminados en primera ronda por unos pujantes Sixers. Al año siguiente los Pacers sufren el resultado de una mediocre temporada regular y se encuentran con los que serían finalistas ese año, los Nets de Jason Kidd. Con la serie empatada a 2 y jugando los instantes finales, pasa esto:
Clutch player en estado puro. Con la primera canasta Miller (el triple desde 9 metros) llevaría el partido a la prórroga y con el mate fuerza una segunda prórroga, que acabarían perdiendo los Pacers por 120-109.
Los años pasarían y en 2005 y pese a su edad, Miller quedaría de nuevo al mando en los Pacers tras las sanciones provocadas por los altercados de Rona Artest, Jermaine O'Neal y Stephen Jackson en Detroit peleándose con el público. Miller todavía tendría tiempo de proezas como endosarle 39 puntos a sus 39 años a los Lakers; o la del mismo día de su despedida cuando, en semifinal de conferencia contra los Pistons de Detroit, anotaría 27 puntos que no pudieron dar la victoria a los Pacers. Larry Brown pidió un tiempo muerto con el partido perdido a falta de unos segundos para que el Conseco Field House ovacionara al que fue la máxima estrella de su franquicia durante tantos años. Su fidelidad a los Pacers se resume en este dato: sólo John Stockton, Karl Malone y John Havlicek han jugado más partidos con un mismo equipo.
Reggie Miller además de un gran anotador fue un hombre de hierro, perdiéndose poquísimos partidos a lo largo de su carrera. Uno de los clutch players más determinantes de la historia del baloncesto, con un tiro que se iba haciendo más mortífero cada segundo que el reloj se acercaba al cuarto período, es protagonista de una infinita colección de canastas increíbles en momentos decisivos y de exhibiciones de tiro. Grandísimo defensor, atento siempre a las líneas de pase y con unos codos afilados como cuchilas que según sus compañeros aprovechaba para sobrepasar los bloqueos, Reggie Miller nos ha brindado algunos de los momentos más memorables del baloncesto NBA de los años 90. Un jugador muy grande con la espina de haber nacido ganador (lo demostró durante toda su carrera) y no haber podido ganar nunca el anillo. Si fuera por mí se le daría. ¡Clasicorros saludos!
PD: Este post va dedicado al nunca bien ponderado Diego, que cada vez que me ve dice: 'es imperdonable que no hayas escrito aún nada sobre Reggie. ¡Es Reggie tío! Tienes que escribir algo sobre él...' A ver si ese ligamento cruzado acaba de recuperarse y este verano vuelves a las pistas que te estamos esperando.