WASHINGTON (AP) – Líderes militares estadounidenses están considerando nuevas pautas para el uso de cámaras de casco en el campo de batalla después de que combatientes vinculados con el Estado Islámico en Níger explotaron imágenes tomadas por un soldado estadounidense caído para hacer un video propagandístico que destacó el asesinato de cuatro fuerzas estadounidenses .
Semanas después de la emboscada mortal de octubre, las personas vinculadas a los militantes compraron el macabro metraje a las organizaciones noticiosas. Cuando pocos expresaron su interés, los insurgentes agregaron música y propaganda, hicieron una película corta y la publicaron en línea. Luego fue escrito en varias noticias en todo el mundo.
La capitalización del grupo Estado Islámico en su hallazgo afortunado después de la batalla en el norte de Níger destacó el riesgo de que las fuerzas armadas de los Estados Unidos de sus hombres y mujeres usen las populares mini cámaras en misiones. Los expertos dicen que es probable que los oficiales militares respondan con controles más estrictos.
“La emboscada en Níger amplificó la necesidad de una guía clara sobre el uso de cámaras en las operaciones”, dijo el capitán de la armada Jason Salata, portavoz del Comando de Operaciones Especiales, con sede en Florida. Y el US Africa Command, que no tiene su propia política sobre el tema, también está haciendo una revisión para determinar si se requieren nuevas pautas, dijo el coronel Mark Cheadle, vocero del comando.
El objetivo es garantizar que los comandantes comprendan los riesgos cuando autoricen que se graben las cámaras del casco u otro video. Una idea se centra en las medidas de seguridad que dificultarían el uso de los enemigos que tienen en sus manos ese tipo de metraje.
“Creo que están haciendo lo correcto al decir: ‘Bueno, no podemos limitar su uso, tenemos que limitar sus vulnerabilidades, cosas como encriptarlas'”, dijo Spencer Meredith, profesor asociado de seguridad nacional en la Universidad de Defensa Nacional. “Entonces, ¿cómo tomamos algo como una cámara de casco, que es una herramienta vital para ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento), para la capacitación, para el análisis de la misión, para los informes posteriores y poner límites a sus vulnerabilidades?”
Si bien el enfoque más probable sería algún tipo de encriptación, dijo Meredith, otras soluciones tecnológicas incluyen formas de limitar la duración de la batería o hacer que un dispositivo deje de funcionar después de un cierto período de tiempo. Otras pautas podrían abordar quién puede aprobar el uso de cámaras con casco y tecnología similar, y dónde y cómo pueden usarse.
Los comandantes de las fuerzas estadounidenses en África y Medio Oriente testificarán ante el Comité de Servicios Armados del Senado el martes.
El aumento del uso de GoPros y otras cámaras de video por parte de los militares refleja su presencia en auge en nuestras vidas cotidianas. Dicha tecnología puede ofrecer vistas a vista de pájaro de los esquiadores que se lanzan por las laderas, buceadores explorando el fondo del mar, impresionantes tours de parasailing y rafting en aguas rápidas. No es necesario un entrenamiento especial para que los aficionados entren al acto.
Pero la penetración de la tecnología en el ejército a lo largo de los años ha sido desigual. Originalmente era más prominente entre las fuerzas de operaciones especiales, pero desde entonces se ha expandido a las tropas convencionales a medida que las cámaras se extendieron y más comandantes se convencieron de su valor.
Los beneficios van desde el entrenamiento hasta la asistencia en el campo de batalla. Las tropas a menudo usan las cámaras durante los simulacros como una forma de perfeccionar las habilidades, identificar deficiencias y trabajar a través de varios escenarios de ejercicio. Una vez desplegadas, las fuerzas las usan en misiones, capturando películas de operaciones enemigas o recabando inteligencia.
El video generalmente se almacena en la cámara, no se transmite en vivo a observadores o comandantes. Puede ser útil después de una misión revisar detalles, analizar tácticas enemigas o probar o refutar acusaciones de abuso o bajas civiles. Por ejemplo, las fuerzas estadounidenses han intentado utilizar el video para capturar incidentes peligrosos que involucran aviones o barcos iraníes o rusos, con la esperanza de documentar lo sucedido en caso de que se impugnen las denuncias.
Las fotografías de las cámaras de combate o imágenes de video de misiones de entrenamiento o militares también se suelen divulgar al público o se publican en los sitios web del Departamento de Defensa y en las cuentas de redes sociales, luego de ser desclasificados y borrados.
“El valor está después del hecho, cuando lo estás analizando”, dijo Meredith. “¿Hay algo que te perdiste, una persona de aquí puede querer volver y hablar? Es el informe posterior a la acción donde se vuelve útil”.
Sin embargo, las reglas sobre el uso de la cámara de casco han quedado rezagadas. En lugar de tener sus propias pautas, tales dispositivos hasta ahora se han agrupado con otras restricciones más generales sobre la fotografía y la grabación de video. Estos prohíben en gran medida la pornografía o cualquier imagen no autorizada de víctimas, detenidos, equipos o ubicaciones clasificadas o confidenciales, o la recopilación de información.
Pero esas reglas fueron diseñadas para abordar problemas no relacionados. Luego de que apareciera el video de varios Marines orinando sobre los cuerpos de los combatientes enemigos en Afganistán, el Comando Central de Estados Unidos en 2013 reforzó las regulaciones de fotografía y video para las tropas desplegadas en Irak, Afganistán y otras áreas en el Medio Oriente.
Ellos estipulan que las tropas pueden usar videos para fines oficiales cuando recogen pruebas o inteligencia o en otras misiones que serían ayudadas por grabaciones, si son aprobadas por un oficial que sea teniente coronel o superior. En la Marina, eso sería un comandante o superior.
En la misión de Níger, el equipo de las fuerzas estadounidenses y nigerianas viajó a la última ubicación conocida de un militante de alto rango y buscó recolectar cualquier evidencia restante. Una cámara con casco podría usarse de manera apropiada en ese tipo de misión.
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