Regreso a Martín Códax

Por Smiorgan
Tras los interesantes debates surgidos alrededor de Ovni 2011 que puso a nuestra disposición Coalla Gourmet, Sibaritastur me propuso que catásemos los dos en fechas cercanas este otro vino, para compartir impresiones. Y, aunque con un poco de retraso que él sabrá disculpar, así lo he hecho.
Tengo que reconocer que Martín Códax fue uno de los vinos que me descubrió los "albariños", los vinos de la DO Rías Baixas; y que en tiempos me gustó mucho y era para mí una referencia en la zona. Pero con el tiempo he ido probando otros vinos, conociendo otros productores y descubriendo ora forma de hacer las cosas. Además, he visto como algunos, aprovechando el tirón de la contraetiqueta, abogan por el vender más como sea, y ese como sea suele ser a costa de la calidad.
En cualquier caso, he vuelto a encontrarme con el básico de la casa. Martín Códax 2011 (DO Rías Baixas, blanco joven 100% Albariño, Martín Códax) me mostró un bonito color amarillo alimonado con reflejos verdosos y acerados, bastante brillante. En nariz me resultó agradable e interesante, con fruta tropical, lichis, recuerdos herbáceos y de jazmín y algo de plátano al fondo. Pero en la fase gustativa todo cambió, ya que si bien tiene una acidez muy correcta y un amargor agradable, resultó un vino bastante flojo, con apenas intensidad sápida, del que sólo tras calentarlo bastante en copa, logré extraer algo de cítricos y poco más.
Desde mi humilde opinión, un tipo de vino que no debe ser el abanderado de la DO Rías Baixas; que, al menos en esta añada, se mostró acuoso y plano en boca, y que si bien puede dejarse beber acompañando a un queso de tetilla o unos langostinos a la plancha, no da para mucho disfrute por si sólo.
Ojo, de esta bodega he probado cosas interesantes, como Gallaecia o Martín Códax Lías, pero creo que el básico es el vino que marca y muestra la forma de trabajar de una bodega, su filosofía, y en este caso, el básico de Martín Códax fue un vino del montón.