Ha llovido mucho desde que dejé a Alan Rickman aventando la mesa con furia desmedida. Como les dije, varias cosas fastidiosas pasaron en mi vida durante mi ausencia de tres semanas y media (aunque estuve brujeando igual por twitter):
1)Tengo dos hoyos en las encías que tengo que limpiar diariamente hasta que se cierren. Pero ya no me duele, YAY.
2) Y lo peor, luego de matarme por ocho sangrantes meses, me despidieron del trabajo. Si como lo oyen, resulta que al jefe de toda esa oficina no le gustaban cosas de mi (cosas nada graves) y a pesar de que adelanté mucho el archivo y soy muy juiciosa, por exclusiva desición suya, me puso una calificación negativa en el sistema entonces yo: bai-bai. Me pareció tremendamente injusto y honestamente pase en un blucle infito de rabia > tristeza > rabia > tristeza. Pero ya de eso una semana y ya estoy más tranquila. Muchos me animaron por twitter, asi que muchas gracias son unos soles. Ya estoy buscando empleo de nuevo.
3) Se me acumularon muchas reseñas. Exactamente de cuatro libros. Y de esas reseñas se me están olvidando muchos detalles, así que retomaremos el viejo conocido:
Se vienen muchas reseñas y una entrada especial, que seguro pondré mañana o pasado. Todo se verá. Y no olvidemos la histeria que conlleva el estar libre como el viento por poco más de un mes:
*Alegría*