Rehaciendo "Cigronet": ilustraciones interiores

Publicado el 14 junio 2013 por Laia Codina Gasión
Seguimos con esta sección de Rehaciendo "Cigronet" que iré actualizando gracias a vuestras valiosas aportaciones para que este proyecto sea más publicable.A pesar de contar con una tutora de lujo que me supervisa el proyecto, Mariona Cabassa, me ha sido de gran ayuda leer todos vuestros comentarios y sugerencias. Prueba de ello es la ACTUALIZACIÓN que he subido de Rehaciendo "Cigronet": la portada donde soluciono la ausencia de "paisaje" en la contraportada de la segunda versión. En esta tercera y, espero, última versión, también he mejorado un detalle que antes no se distinguía: el otro "protagonista" de la historia. Si tenéis curiosidad, clicad en el enlace ;-)

Hoy inauguro el apartado referente a las ilustraciones interioresAl ser mi primer álbum ilustrado, y por lo tanto, no tener la suficiente experiencia desarrollando este tipo de formato, cometí uno de los típicos ERRORES del ilustrador principiante: NO dejar ESPACIOS en BLANCO.Ya me lo dijeron algunos editores en Bolonia y aquí, mis compañeras ilustradoras Silvia Ortega, Gloria Falcón, Rebeca Luciani y Mariona Cabassa me criticaron (y con razón) que mis dibujos aparecían demasiado GRANDES, AMPLIADOS, demasiado CERCA del espectador. En consecuencia, no dejaba espacio para el texto (y si lo hay, está metido con calzador) y esa falta de "aire" creaba una sensación de asfixia donde mis ilustraciones "no respiraban".Una de las editoras de OQO me regañó severamente. Me dijo que los ilustradores solemos lucirnos con la ilustración sin pensar en el texto que lo acompaña. Coincido con la premisa de que el álbum ilustrado da más importancia a la imagen que al texto pero aún así hay que reservar un espacio para el texto en la composición. Ahora le doy toda la razón (en su momento me sentó mal la regañina, para qué os voy a engañar...)

¿Qué podía hacer para solucionarlo?En algunas ilustraciones, las que ya tenía acabadas, he reducido esas ampliaciones añadiendo 2cm. por arriba y por un lado (consejo de Rebeca y Mariona) de manera completamente manual. Con Photoshop únicamente he difuminado las líneas de los añadidos con el tampón clonar para que no se noten.

Antes

Después (con alguna que otra modificación que no he podido evitar retocar ...)

Antes

Después


En otras, las que estaban esbozadas, he rehecho la composición, incluso el dibujo (¡y el tamaño!) de algunos elementos, como en la ilustración 14-15 que os enseño a continuación:

Antes

Después


Y en el acabado final (donde he invertido más tiempo del necesario batallando con los acrílicos y con mi odioso perfeccionismo) he desplazado la acción principal a la izquierda para dejar ese espacio LIBRE, que os comentaba, a la derecha donde colocar el texto:

Aclaro que la maquetación NO es definitiva pero el color, sí, ¿eh?


Ya hace tiempo que no hago pruebas de color, nisiquiera con ordenador. Señal de que voy por el buen camino y estoy más segura a la hora de decidir qué clave de color voy a utilizar (recordad que llevo poco tiempo pintando con acrílicos). Aunque eso no resta que le saque petróleo a los consejos de mi tutora o tire de referencias gráficas para inspirarme/ayudarme a conseguir un resultado más realista a la vez que colorista.

No suelo hacer este tipo de collages. Acostumbro a crearme una carpeta donde "colecciono" todo lo que me puede ayudar o "inspirar" a la hora de dibujar y pintar (no podían faltar mis dos referentes principales: Mariona y Rebeca).
Por una vez me apetecía enseñaros mi metodología de trabajo, un "pelín" metódica :-P

En este caso partí de un elemento cuyo color me gustaba mucho (el mueble verde aturquesado) y en base a éste, empecé a pintar la escena añadiendo algun contrapunto/complementario para que el conjunto no quedase demasiado camuflado/entonado del mismo color. En teoría iba a pintar las cortinas de estampado vichy rojo cereza pero al escoger el suelo rojo, otro elemento que tenía clarísimo, opté por hacerlas blancas y darle "aire" a tanta saturación de color. Luego trabajé las baldosas con tonos ocres amarillentos para dar más luz.
El resto de elementos secundarios fui improvisándolos sobre la marcha. Eso o recurría al santo Google para buscar las referencias fotográficas en las que fijarme.
Finalizada la ilustración de la cocina maldita (por las incontables horas que me ha llevado pintarla), os enseño el último ejemplo de REcomposición de la página 18-19 que justo empezaré a atacar con el color:

Antes

Después


¿Qué os parecen las recomposiciones? El proyecto tiene mejor pinta así, ¿verdad?