Reinas del melodrama, hoy: Lupe Vélez

Publicado el 11 agosto 2014 por Esti @estipuntobpunto
No sé vosotros, pero a mí el verano me convierte en una versión lenta y quejicosa de mí misma: ay, qué calor tengo ay, qué mal he dormido ay, qué dolor de cabeza me da este bochorno... Y así todo el día. Que cuando llegue la menopausia (y quedan muuuuchos años para eso, que soy una jovencita) yo no sobrevivo. Así que a la hora de buscar tema en un mes tan trágico como agosto, ¿qué mejor que recuperar a las reinas del melodrama?
Hoy contaremos la surrealista, loca y, sobre todo, melodramática, historia de Lupe Vélez, la Salma Hayek de los años 30 y 40. 
Lupe era una adolescente impulsiva y muy tocapelotas. Tanto que sus padres la envían a estudiar a un convento, donde aprende inglés. Que su familia tenía cierto amor por el melodrama ya se nota en los nombres que eligieron para el resto de sus hermanos: Mercedes, Josefina, Emigdio (no Emilio, ni Remigio: Emigdio) y Reina. Cuando muere el padre de Lupe ella, corriendo, deja el convento y empieza a trabajar como cantante y vedette en su México natal. Como en "Showgirls", las vedettes más experimentadas boicotean a Lupe, pero ella triunfa con espectáculos controvertidos donde enseñaba más de lo habitual. Los espectáculos en cuestión tenían nombre de club de strip-tease: "Mexican Rataplán", "No lo tapes"... Con 17 añitos, Lupe se va a los Estates y consigue coprotagonizar "El gaucho" junto a uno de los galanes de la época, Douglas Fairbanks. 
La prensa americana la bautiza con apodos muy poco obvios como "Miss chile picante" o "La pantera mexicana".  Lupe cultiva su imagen de mujer explosiva, descarada y temperamental que tan bien le funcionó en México. Se especializa en papeles de "exótica". Lo mismo servía para hacer de mexicana que de india americana o de francesa, rusa... Mientras la otra gran estrella mexicana, Dolores del Río, copaba los papeles de mujer misteriosa y elegante en grandes dramas, Lupe se especializa en comedias y películas de aventuras y disfruta haciendo declaraciones polémicas como que no piensa casarse con su amante de ese momento, Gilbert Roland porque "yo, después de todo, no soy una dama". 
Ejercicio de agudeza visual: ¿quién es Lupe Vélez y quién Dolores del Río? Pista: Lupe es la que enseña más carne.
Son los locos años 20 y Lupe tiene fama de devorahombres: Clark Gable, Chaplin, Errol Flynn, John Gilbert... Lupe cató a todas las estrellas de la época. En 1929 conoce en un rodaje a Gary Cooper. Y Lupe se enamora. Normal:

Pero en la historia con Gary Cooper se interpone otra mujer. ¿Otra actriz?, ¿una chica más joven?, ¿la novia de toda la vida? Pues no: la madre de Cooper, que no tragaba a Lupe. Ella, haciendo honor a su sobrenombre de "Dinamita mexicana", le suelta tras una discusión a lo grande en la que seguro que volaron platos: "señora, quédese con su niño, a mí me sobran los hombres". 
Pese a su ruptura con portazo y frase para la historia incluida, Lupe lo pasó mal. Se refugia en los narcóticos y en Johnny Weissmuller, el campeón olímpico metido a actor, el Tarzán más famoso, y también todo un guaperas de la época. Pero el matrimonio con Weissmuller tampoco funciona y las peleas entre ellos eran tan evidentes que los maquilladores de "Tarzán" se leas veían moradas (nunca mejor dicho) para ocultar los cardenales y los rasguños de Johnny. 

Johnny Weissmuller, el Chris Hermsworth de los años 30. 
Son los años 30 y Lupe, ya una estrella, regresa a México para protagonizar una película junto a Arturo de Córdova. Otra vez, se enamora de su partenaire. El problema es que Arturo está casado y tiene 4 hijos y una fama intachable. Lupe se separa de Weissmuller, pero Arturo teme divorciarse y lo que un divorcio puede suponer a su fama. Visto que Arturo no se decidía a hacer pública su relación, ella decide filtrarlo a la prensa. Pero el tiro le sale por la culata, la esposa de Arturo de Córdova se niega a concederle el divorcio y supongo que yo que a él tampoco le haría ninguna gracia la indiscreción de Lupe. Pero la dinamita mexicana, inventora del dicho "una mancha de mora con otra de mora se quita", conoce a otro actor, un tal Harold Ramond. Lupe se queda embarazada y apresura el compromiso pero Harold, oh, sorpresa, a Harold le entran las dudas de último momento. Lupe se agobia, porque una cosa es ir de dinamita mexicana y otra muy distinta ser madre soltera. El Hollywood de los años 40 no es tan tolerante como el de los años 20. ¿De quién es el hijo de Lupe? La opción más simple es que de Harold, su última pareja conocida. Pero hay otras opciones:
A. La opción romántica: el padre era Gary Cooper y Lupe dijo que era Ramond para proteger la fama del que en ese momento era toda una estrella. 
B. La opción culebronera: el padre era Arturo de Córdova, Lupe y él eligieron a Ramond como "hombre de paja", pero Lupe pilló en la cama a Ramond y... ¡Arturo de Córdova! de quien siempre hubo rumores de bisexualidad. De hecho, años después, en los 50, se habló de la relación entre Arturo y el actor de la saga "La momia azteca" ("La maldición de la momia azteca" y "la momia azteca contra el robot humano" fueron las secuelas) que respondía al nombre de Ramón Gay. Sí. Gay. 

Fuera quien fuera el padre de la criatura, Lupe se enfrentaba a un bonito marrón. Planea con su hermana Josefina que hagan un largo viaje juntas para que, a la vuelta, Josefina se haga pasar por la madre del hijo de Lupe. Pero Josefina tiene que solucionar antes unos asuntos con su marido, se ausenta durante semanas y, en ese tiempo, Lupe se ansía y toma una decisión... suicidarse a lo grande, dejar un final a la altura de la leyenda de la dinamita mexicana.
Lupe lo planea todo con un cuidado exquisito. Organiza una fiesta en su mansión, ésa en la que vivió unos meses junto a Gary Cooper. A mitad de la fiesta se ausenta, escribe una nota de suicidio e ingiere una dosis mortal de un fármaco llamado Seconal. Se acuesta en su cama, rodeada de flores y velas, a esperar a la muerte. Y así está, esperando, cuando le entran unos retortijones horrorosos. Lupe se levanta a vomitar, mareada, tropieza, y la muerte la encuentra sentada al lado del wáter, rodeada de sus vómitos, y no tumbada en su cama y rodeada de flores.
Pero, como todo en la melodramática vida de Lupe Vélez, esta muerte espectacular, a la par que escatológica, no es del todo verdad. Es lo que cuenta Kenneth Anger en "Hollywood Babilonia", una especie de Sálvame Diario de anécdotas rocambolescas del Hollywood clásico. La versión oficial, la que apareció en la prensa de la época, es que Lupe sí consiguió su objetivo y fue encontrada muerta, tumbada en su cama y rodeada de flores. 
¿Cuál será la verdad?, ¿quién era el padre del hijo de Lupe?, ¿por qué se suicidó? Quizás Lupe podía con ser madre soltera. Y podía con las calabazas de las grandes estrellas de Hollywood. Pero no con las calabazas de un mindundi. Eso no estaba a la altura de sí misma.