Reino de fieras - Gin Phillips

Publicado el 26 enero 2018 por Entremislibrosyo

La pasada semana Suma de Letras publicó una de sus grandes apuestas editoriales para este año y aunque yo tuve la suerte de leerla en una edición anticipada hasta ahora no he podido sentarme y contaros qué me ha parecido. Hoy os hablo de Reino de fieras.

Mi opinión


Joan y su hijo de 4 años, Lincoln, están pasando la tarde en el zoo como tantas otras veces. Poco antes de la hora de cierre Joan escucha una especie de explosiones a las que no da mayor importancia, ha llegado la hora de marcharse a casa, pero cuando casi están en la salida ve a un hombre con una pistola en la mano y varios cuerpos tendidos en el suelo. Antes de que el hombre pueda descubrirla Joan coge a su hijo en brazos y emprende la huida de nuevo hacia el interior del zoo, buscando un lugar donde poder esconderse. La jaula del puercoespín es el lugar perfecto, ahora solo tienen que estar quietos y en el mayor silencio posible, nada fácil de un niño de 4 años.

A Reino de fieras no se le puede negar un inicio impactante con el que la autora consigue transmitir al lector el miedo y la angustia de Joan que no solo debe intentar salvar la vida de ambos, sino que en todo momento debe evitar contagiar a su hijo el terror que siente, transmitiendo lo peligroso de la situación, pero sin llegar a crear en él una alarma que no pueda controlar. A lo largo de las tres horas en las que transcurre la novela este objetivo se presenta muy complicado, tanto como el de mantener el ritmo en una lectura que comienza fuerte pero que no consigue sostener esa agilidad inicial durante toda la narración, yendo de más a menos para de nuevo remontar conforme se acerca el final. El mayor lastre para este ritmo irregular para mí han sido las detalladísimas descripciones en las que se demora la autora para hablarnos del entorno en el que se encuentran, de los juegos en los que participan los protagonistas, de la complicidad existente entre madre e hijo, los pensamientos de Joan…  todo está descrito con una minuciosidad tal que inevitablemente llegó un momento en el que la tensión que me hizo sentir en su comienzo llegó a transformarse en cierto tedio.
La narración se focaliza principalmente en Joan y su hijo, pero se introducen capítulos que aportarán otros datos al centrar su atención en unos personajes que terminarán teniendo una especial relevancia en la novela y que generarán en el lector la necesidad de responder a una pregunta fundamental ¿por qué? Este es sin duda uno de los grandes temas que se esconden tras las páginas de Reino de fieras. ¿Qué pasa por la cabeza de alguien para llevar a cabo una matanza indiscriminada? Sin llegar a posicionarse la autora nos deja ciertas claves probablemente comunes a muchos de los que en algún momento han llevado a cabo estas masacres: inadaptación social, falta de oportunidades, entornos familiares carentes de afecto, baja autoestima… A pesar de ello, y siendo lo más interesante de la novela, en este aspecto se me ha quedado muy corta ya que en ningún momento profundiza ni en las motivaciones ni en la evolución de cómo han llegado hasta ese momento unos personajes que, sin ser protagonistas, sí son fundamentales para el desarrollo de la historia, dando en cambio más importancia, como os decía antes, a descripciones excesivas por ejemplo del entorno. El otro gran tema de la novela es el vínculo que une a una madre con su hijo y cómo, ante el peligro, lo protege a cualquier precio, tomando incluso decisiones que en cualquier otro caso le habrían parecido aberrantes. Aquí la autora sí se toma su tiempo y para que entendamos esa unión tan especial que tienen madre e hijo, no duda en retrotraerse a la infancia de Joan, de nuevo con excesivo detalle provocando en ocasiones sacarme de la lectura.
En definitiva, Reino de fieras es una novela que, aun siendo entretenida, no ha terminado de cumplir mis expectativas  dado su ritmo irregular y el abuso de descripciones y digresiones de la protagonista que van rebajando la tensión hasta llegar a un desenlace que, aunque satisfactorio en su resolución final, me ha resultado un tanto precipitado. 

Ficha técnica