Dentro de esta ley que entrará en vigor en 2013, también se incluye la libertad de cada lugar de culto a elegir si llevar a cabo o no la ceremonia.
"Me considero un gran defensor del matrimonio y nadie tiene el derecho de excluir a los homosexuales de casarse por la iglesia. A ningún creyente, sea de la condición sexual que sea, se le puede prohibir este gran derecho, pero es cierto que tampoco se puede obligar a las iglesias a hacer algo que no quieren, por lo que esta ley dará la libertad de elegir", declaló Cameron.
Evientemente, ante esta polémica noticia, los grupos religiosos más tradicionalistas del país han anunciado que están en rotundo desacuerdo con esta ley que herirá de muerte al matrimonio tracional religioso, el único válido ante todos ojos de Dios.