No es que me considere la mayor experta en el tema, pero voy a intentar dar contestación a estas preguntas de acuerdo a lo que yo he ido experimentado a lo largo de los años.
Los cambios en las modas
Hoy en día se lleva un cutis muy natural y que parezca que casi no te has maquillado. Cuando era joven, allá por los 80 era muy importante ir maquillada y con un cutis lo más uniforme y perfecto posible. Yo nunca he podido con esas bases cubrientes que se llevaban en aquella época. A mi piel siempre le ha molestado esa textura tan densa.
Ahora bien, yo nunca he tenido grandes imperfecciones que tapar en mi rostro y supongo que por eso tampoco le he prestado mucha atención. Por otro lado, mis ojos no dejan ver una bonita cuenca o un párpado móvil que pueda colorear. Todo se tapa cuando abro los ojos. Si pinto la línea de pestañas, al abrir los ojos se mancha la cuenca con ese color, así que es algo que también +he evitado.
Cuando era joven, podría haber esculpido mi rostro con un bonito contorno, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo (no había ni TikTok ni youtubers que me enseñaran) así que no lo hice nunca. Lo que sí hacía era tomar el sol (sin protección, en aquella época el sol no era dañino) me encantaba que el rostro cogiera algo de color.
Lo que más he utilizado desde siempre es la máscara de pestañas. Al no tener sitio para el color en los párpados, la máscara los enmarcaba estupendamente abriéndome la mirada. Así que me aficioné a buscar máscaras de todos los colores que podía encontrar. En aquella época, eran muy pocos, claro, lo que más se llevaba era el color negro. Y sus fórmulas eran un poquito malas, normalmente el producto se corría y era mejor comprarlos resistentes al agua, lo que los hacía engorrosos a la hora de desmaquillar.
Ahora las máscaras y los delineadores de pestañas los puedes encontrar en todos los colores que se te ocurran. ¡Qué gozada!
Tus gustos cambian también con la edad
En mi treintena aparecieron las bases de maquillaje ligeras. Esas que no cubrían, sólo unificaban bastante el tono de la piel y le daban un aspecto de buena cara. Estas bases me gustaron. También se puso muy de moda las sombras brillantes, los iluminadores y las bases satinadas. ¡Qué bonito!
Hubo una época que añadí a mi rutina de maquillaje esas bases ligeras y un poco satinadas, pero, en cuanto aparecieron las primeras arruguitas, todo cambió. Debía controlar dónde ponía ese brillo y cuánto de satinada era la base. Busqué otro tipo de tonos y texturas para mis bases. Recuerdo que había una base de un tono marrón oscuro de Kanebo que no cubría nada, solo unificaba un poco el tono y era en textura gel. Me enamoré de ella y la estuve utilizando durante mucho tiempo. El resto de bases desaparecieron de mi rutina y también reduje la zona dónde utilizaba los iluminadores. En esa época se comenzó a llevar el maquillaje, sin maquillaje
Esto me ha recordado que tuve que empezar a prestar mucha atención a mis ojeras. Si dormía muchas horas, amanecía con las ojeras inflamadas. Si utilizaba máscara de pestañas, se manchaban. Si dormía mal, se veía un tono moradito que nunca había tenido.
Con el tiempo opté por tratar con más esmero la zona del contorno de ojos. Un buen tratamiento para el contorno de ojos hace mucho por tu ojera. He probado infinidad de tratamientos para esta zona y sigo probando nuevos. Tener este blog me ha acercado a muchas marcas y de ahí que naciera la figura de “La Indiana Jones en Busca del Contorno Ideal” que aparece de vez en cuando por aquí
Así que sí, con el paso del tiempo cambian tanto las modas como tus gustos y el estado de tu piel. Todo ello obliga a realizar algunos ajustes en tu maquillaje, si eres una perfeccionista, claro
El valor que le damos a nuestro tiempo aumenta con la edad
Yo valoro mucho el tiempo que tengo y cómo lo utilizo
Al cumplir años, las rutinas de belleza se complican un poco. Ya no basta con lavar e hidratar, hay que utilizar productos específicos para zonas específicas y problemáticas específicas.
Con el maquillaje pasa igual. Ya no te pones un poco de cualquier base y un labial antes de salir por la mañana. Buscas esculpir el rostro, tapar imperfecciones, trabajar bien la base para no se note… Todo esto provoca que haya que dedicarle más tiempo a esta rutina por las mañanas.
Antes de acostarse hay que desmaquillarse. Eso de acostarse con la máscara de pestañas puesta es impensable, yo nunca lo he podido hacer
Por lo tanto, yo creo que las modas, los gustos y la edad junto con el incremento del valor que le damos a nuestro tiempo son los causantes de que tu maquillaje vaya cambiando a medida que cumples años. ¿Piensas igual? ¿Me he dejado algo? Me gustaría leerte
Nos vemos en el siguiente post.