Si tenemos un grupo de cobayas, introducir un nuevo miembro empieza con la dominancia de los de arriba. Y el peor tipo de dominancia normalmente sale de la hembra que está más abajo en la jerarquía: es decir, de la que está justo por encima de él en la escala de poder, ya que quiere asegurarse de que no le quiten el puesto.
Buscando cariño y aceptación
Así, los machos y las hembras superiores serán los que en principio harán que el recién llegado o llegada tenga una más o menos cálida bienvenida. La cobaya que acaba de llegar buscará en ellos cariño, para certificar que le aceptan: se les acercará, les rozará y ellos responderán con un gesto, rozándola también o dejándose tocar.
Reacciones a la dominancia
En cambio, la hembra inmediatamente superior a él exhibe su poder. Su comportamiento es amenazante y quiere preservar su posición en el ránquing. En este caso, el "nuevo" puede responder de dos maneras: o bien con tranquilidad (esto normalmente se da si las cobayas más veteranas le han mimado bastante) o bien con un grito agudo como de sorpresa o de dolor.
Si sucediera lo primero, que la cobaya que ha llegado reaccione con tranquilidad, ya se pueden dejar juntas todas las cobayas y sólo irlas observando por precaución. Si sucede lo segundo, que la nueva cobaya reacciona con un grito o con miedo, hay que separarla y volver a hacer el procedimiento de juntarlos al día siguiente, hasta que el más nuevo se vea tranquilo. En este caso, la actitud dominante por parte de la hembra también cesará paulatinamente.
Y si te interesa cuál puede ser el grito de miedo y otros más, ¡escucha los sonidos en este vídeo! Antonio te explicará qué significan.