TE DI MIL NOCHESMis recuerdos se pierden en el tiempo. Nunca lograré olvidarle. Su hermoso rostro se veía pálidoa la luz de la luna. Con los primeros rayos de sol venían las recriminaciones pero era llegar la noche y mi cuerpo se entregaba a él sin reservas. Era locura lo que encerraba esa pasión, mostrándome mil maneras de alcanzar el placer. No sabría decir el motivo, pero había algo en él que me incitaba a abrir la ventana y a ofrecerle libremente mi cuello.
TE DI MIL NOCHESMis recuerdos se pierden en el tiempo. Nunca lograré olvidarle. Su hermoso rostro se veía pálidoa la luz de la luna. Con los primeros rayos de sol venían las recriminaciones pero era llegar la noche y mi cuerpo se entregaba a él sin reservas. Era locura lo que encerraba esa pasión, mostrándome mil maneras de alcanzar el placer. No sabría decir el motivo, pero había algo en él que me incitaba a abrir la ventana y a ofrecerle libremente mi cuello.