Carta de Aristóteles
Eran ya las seis cuando Vrain-Lucas salía del domicilio de Pascal Degerie, comerciante de manuscritos raros con quien aprendió rápidamente transformándose en un copista de primera clase. Degerie había muerto una hora antes. Nada más salir, Lucas se dirigió al estudio del maestro y recogió gran parte de los manuscritos. Pronto descubrió que podía vender con la misma facilidad documentos falsos que llamarían la atención. El nuevo bibliotecario de la Academia Francesa, Michel Chasles en 1860 empezó a gestionar la colección de la biblioteca cuando se enteró que Denis Vrain-Lucas se dedicaba al comercio de manuscritos. Se puso en contacto con él a través de un conocido común y es cuando nuestro Lucas, logra venderle algunas copias y de paso le comenta que está a punto de cerrar un acuerdo con el descendiente de un conde del siglo XVIII, que se ha visto obligado a venderlos.A partir de ahí Chasles comienza a comprarle manuscritos por valor de 170.000 mil francos, entre los documentos había cartas de Alejandro Magno al filósofo Aristóteles y de este a Alejandro. Otras de Cleopatra a Julio César y también de Carlomagno y Galileo.Pero cayó en una trampa con unas cartas de las que él mismo hizo correr el rumor de que habían sido robadas a Robert Boyle y que unos años después las descubrió y logró comprarlas en el mercado; en ellas se demostraba que Pascal había descubierto las leyes de la gravedad unos 30 años antes de la publicación de Isaac Newton en 1687.Los académicos franceses quedaron encantados pero no así los ingleses que pusieron todos los medios para demostrar que eran falsas . Fue tal la presión de la guerra académica sobre Chasles que se vio obligado a declarar que sospechaba de su autenticidad. Lucas acusado de vender 27.320 documentos históricos falsos, fue condenado a dos años de prisión.Una tarde de 2020 en su castillo de Cheverny, Jean-Nicolas Dufort, interesado en la colección de los manuscritos históricos que había ida adquiriendo su familia, cogió con sumo cuidado la colección de cartas entre Aristoteles y Alejandro Magno y como si una mano invisible de un fantasma del pasado la estuviera eligiendo y la pusiera delante de sus ojos, se quedó pálido observando las palabras de Aristóteles referente a un virus y unas notas firmadas por Denis Vrain-Lucas que atestiguaba que dicho manuscrito (rescatado del incendio de la biblioteca de Alejandría) fue encontrado por Paul Dufort de Cheverny después de pagar una buena suma a los monjes de Chantelle y que años más tarde le fue cedido a él con el propósito de crear una copia para la Biblioteca de la Academia Francesa bajo la condición de que le fuera devuelta una vez estuviera lista. Vrain-Lucas había cumplido con el acuerdo.(¿Habría devuelto el original? ¿Cuántas copias hizo?)
Otro cuento no tan cuento basado en hechos reales.
Convocatoria de Myriam desde su blog "De amores y relaciones" con el tema "Manuscrito robado".