Cuando Ediciones Atlantis me ofreció la posibilidad de escoger entre alguno de sus títulos para su lectura y posterior reseña, había varios libros que me interesaban, pero finalmente me decidí por "Relatos impíos" (XI Premio de la Crítica de Asturias), principalmente por dos motivos: en primer lugar, el título me atrajo mucho. ¿Cómo puede ser un relato “impío”? ¿Con qué o quién no tienen piedad?; en segundo lugar, tenía ganas de leer alguna obra de José Ángel Ordiz Llanez, autor que este año ha sido finalista del Premio Planeta con su novela "Sal dulce".
Y he de decir que he tenido mucha suerte en mi elección. Este conjunto de relatos me ha encantado. El dominio que el autor tiene del lenguaje es magnífico y utiliza el vocabulario con tal precisión que en más de una ocasión he tenido que recurrir al diccionario para determinar el significado exacto de algún término.
El primer relato que abre el libro y que se titula “Nunca seremos ángeles” comienza así...
“La seguían los recuerdos y los perros mientras dejaba atrás un pasado de hijos muertos y soledades”.¡Imposible no seguir leyendo! He leído esta frase varias veces y sigue encontrando en ella la misma fuerza que la primera vez. Los demás relatos siguen en la misma línea, atrapando al lector. Los personajes aparecen y sólo a través de la lectura puede uno ir ubicando su lugar en la historia y componiendo el engranaje de las relaciones que se van estableciendo.
Finalmente pude descubrir por qué esos relatos se denominan “impíos”. No tienen piedad en absoluto al poner al descubierto el lado más oscuro del ser humano: el rencor, el miedo, el odio, la locura... La imagen que queda en la retina es la de un mundo triste, angustioso y sin esperanza.
Sin duda, una lectura muy recomendable, no aconsejable, sin embargo, para aquel lector que sólo busca una lectura light e intrascendente con la que pasar el rato.