Una de las claves del film es su conexión con el espectador (por algo está consiguiendo Premios del Público allá donde va), y eso pasa porque en esos arrebatos de cólera todos nos podemos sentir identificados. Evidentemente son reacciones exageradas y salvajes, pero para eso está el cine, ¿no? En definitiva, Relatos salvajes es una película gamberra, macabra y tronchante. Un orgasmo bañado en sangre que arrasará en taquilla.
Lo mejor: el equilibrio entre episodios.
Lo peor: tal vez se dejan el relato menos salvaje para el final.