Revista Cultura y Ocio

"Relatos sin rumbo fijo". Fco. Javier Morales Orozco publica en libro relatos de su blog "Abrazo de libro"

Publicado el 10 febrero 2020 por Juancarlos53
Mi buen amigo Francisco Javier Morales Orozco acaba de publicar su primer libro. Se trata de un conjunto de relatos seleccionados por él mismo entre los relatos breves que desde hace ya varios años habitualmente publica en su magnífico blog, "Abrazo de libro". Quienes lo seguimos, sabedores de la calidad de los mismos, muchas veces le habíamos pedido su publicación. Afortunadamente nos ha hecho caso. El libro, editado por Círculo Rojo, es una auténtica delicia.
Círculo Rojo, Abrazo de libro, Relatos sin rumbo fijoEl volumen toca un amplio abanico de asuntos, algunos muy actuales como la pederastia, la memoria histórica o el terrorismo islámico. Sin embargo para mí su temática esencial se mueve en torno a uno muy concreto al que el autor con regularidad retorna. Me refiero al Amor: un amor con mayúscula, un sentimiento que Javier muestra como eje de la mayoría de sus escritos contenidos en "Relatos sin rumbo fijo". A veces es el amor maternal, otras el amor mantenido a lo largo de los años hasta la vejez, también en ocasiones es la persistencia del sentimiento pese a la desaparición de uno de los miembros de la pareja, otras veces es el amor filial el que nos presenta...
El sentimiento del Amor le lleva, como sin quererlo, a tocar otros contenidos como el de su extinción por culpa del inexorable paso del tiempo; otras veces el amor aparece en situaciones aparentemente poco proclives al mismo cuales son los escenarios de enfermedad (el cáncer, el alzhéimer, la acondroplastia, el síndrome de Down…). Al introducir circunstancias de este tipo en algunos relatos, Javier pasa a hablar de manera muy natural de los temas nucleares de un ser humano: la vida, la muerte, el dolor, el abandono por parte de los hijos, la vejez, el deterioro cognitivo… Encontramos en esos momentos a un escritor profundo, filosófico, serio…
Francisco Javier -y es aquí donde reside esencialmente en mi opinión, la delicia mayor que supone leer sus relatos-, es un escritor alegre, divertido, desinhibido, que envuelve la mayoría de sus composiciones en un humor elegante y sorpresivo, sin duda uno de los rasgos más señalados de su estilo literario. Este humor está presente en muchas de sus narraciones, la mayoría de las veces con un giro final sorpresivo muy característico en él; un giro que nos rompe la cintura al tiempo que nos pone una sonrisa en los labios cuando no una rotunda carcajada que viene propiciada por la calculada ambigüedad con la que el autor sabe moverse durante todo el discurso jugando con los significados.
Los personajes de estos relatos suelen ser personas y Javier parece que siente predilección por las mujeres quizás por la mayor carga de sentimientos que ellas suelen portar: Hay también, claro que sí, historias protagonizadas por hombres, muchas veces en situaciones de acabamiento físico propias de la ancianidad (Vamos a por todas, Noche de Reyes, Vida plena, etc.), situaciones de marginación social propias de delincuentes o alcohólicos (Hombre al vacío), aunque también a veces son hombres que se dan a los demás movidos por puro altruismo como ese hombre que llora de manera enfermiza y que se dedica a disfrazarse de payaso para hacer reír -quizás con sus lloros como hiciera Charlie Rivel- a los niños enfermos de un hospital (El hombre que lloraba); y también las hay protagonizadas por seres vivos no racionales en situaciones que hacen pensar en seres humanos como se puede observar en Pasión por los libros.
Francisco Javier Morales Orozco, Relatos breves, Microrrelatos
El autor de estos relatos es un enamorado de la escritura, lo que se percibe en algunas de sus breves historias que indagan -cuando no explican- en su propio quehacer escritural. ¿Qué hace en Finales sorprendentes sino la exégesis de su manera habitual de escribir cuando defiende los finales sorprendentes en los escritos rematándolo además en éste con un simpático y, sin duda alguna, sorpresivo final? Este amor a la escritura de relatos se percibe en cuentos como Camino sin retorno o Érase una vez en los que al tiempo que homenajea los grandes cuentos infantiles los rehace y modifica volviéndolos prácticamente del revés con su característico humor. Y no puedo dejar de citar su amor a la lengua en que escribe, a ese vocabulario hoy un poco en retirada del que, sin para nada abusar, nos deja alguna señal en términos totalmente correctos como ‘peculio’, ‘abotagado’, ‘tamborero’, ‘vitela’, ‘blatodeos’, [cucarachas…], ‘mojigatez’, y tantos otros
Contrariamente a lo que parece sugerir su título, “Relatos sin rumbo”, Francisco Javier muestra en ellos una trayectoria clara y contundente que se nutre de la propia vida del autor: sus experiencias vitales, sus conocimientos, sus aficiones…. Él es un hombre de la Mancha que gusta de sus orígenes, que ama la literatura que tomó a esta tierra por escenario (En un lugar de La Mancha) y que conoce muy bien la literatura del Siglo de Oro. Leyendo estas historias, muchas veces he percibido la poderosa figura de Quevedo, madrileño de origen y manchego en sus postrimerías, autor de rotundo humor y profundo nihilismo existencial. En especial esta sensación se hace más y más presente en los relatos en que el Amor es más poderoso que la Muerte. Es entonces cuando no se puede por menos que recordar al autor del soneto inmortal que con rotundidad en dos de sus versos profiere aquello de ‘nadar sabe mi llama el agua fría / y perder el respeto a ley severa’.__________________________
[Nota.- La parte del león de esta entrada está extraída del Prólogo que para el libro de Francisco Javier Morales Orozco he escrito. Desde aquí agradezco al autor su solicitud. Ha sido un inmenso placer.]

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