La religión en Japón no tiene una definición concreta, ya que los japoneses no creen en una religión determinada. De hecho muchos jóvenes sienten que la religión en Japón forma parte de la cultura tradicional. Actualmente la religión no juega un papel importante en la vida de los japoneses, pero algunos ritos siguen presentes y son muy seguidos, como las bodas, los funerales y las visitas a los templos durante el Año Nuevo.
A continuación os presentamos las características principales de las dos religiones de Japón más practicadas actualmente y la historia tras ellas.
La religión en Japón
Los japoneses y la religión han estado vinculados desde hace mucho tiempo. La religión en Japón se comparte mayoritariamente entre el Budismo y el Sintoísmo, las dos coexisten hasta el punto de que muchos dicen compartir ambas religiones. Aunque también están presentes otras religiones como el Cristianismo o el Judaísmo, estas son en comparación minoritarias y poco representativas de la cultura japonesa.
Budismo
En el mundo actualmente existen unos 300 millones de budistas, de las cuales aproximadamente un tercio son japoneses. El budismo ha ido moldeando el Japón antiguo hasta convertirlo en el Japón que vemos hoy en día, de forma similar a lo que sucedió durante la "edad oscura" en Europa.
En un principio los monjes procedentes de China o Corea poseían la llave del conocimiento y eran los encargados de impartir sus conocimientos sobre aritmética y letras, la construcción de templos y ciudades y de configurar las bases del sistema político, las leyes y la cultura japonesa.
La función más importante del budismo en Japón es principalmente funerario, pese a que puede parecer un poco sombrío, el pensamiento budista cree que la muerte es el único acceso a la reencarnación. Hasta existe una festividad en honor a la muerte, llamada O-bon, que se celebra a mediados de verano en el que se reúnen para festejarla.
Miles de japoneses se reúnen en los pacíficos templos para dejar atrás el estrés al que están sometidos en su vida diaria y celebrar plegarias, ceremonias y retiros espirituales.
La filosofía tras el budismo
El budismo se inspira en las enseñanzas de Siddhartha Gautama que nació en Nepal en el año 563 AC. Posteriormente fue conocido como Buda (el Iluminado), y sus discípulos recogieron en varios escritos las enseñanzas orales que profesó en vida.
Según el budismo, la existencia misma está repleta de dukkha (desesperación y dolor). El origen del dukkha son los deseos de la mente de vivir, poseer, obtener, recibir estímulos... La única forma de escapar de este sufrimiento eterno es mediante la comprensión de la mente y el despojo de todo lo material, incluidas las personas y la vida.
Mediante la meditación constante se realiza la práctica del budismo, es decir, mediante la comprensión y la observación de la mente. El budismo se desarrolla a partir de la creencia de que todos los seres vivos seguirían reencarnándose eternamente, basándose en su karma acumulado y los hechos meritorios realizados en vida. El objetivo final es alcanzar una vida tranquila y feliz tras un ciclo de vidas infelices, y así no volver a reencarnarse. Por este motivo, el Nirvana es considerado por los budistas como la expulsión de la desesperación y el sufrimiento y no el poseer la sabiduría divina.
Existen principalmente dos doctrinas distintas: la theravada original, que era practicada en Sri Lanka y el Sudeste de Asia, y la mahayana, que después de propagarse por China y el Tíbet, fue implantada en Corea, Mongolia y Japón. La theravada original se enfoca en acceder al nirvana en vida, considerando el budismo de forma más íntima y personal, mientras que la doctrina mahayana promueve un budismo social: en vez de transformarnos en buda, deberíamos hacerlo en bodhisattvas o seres iluminados que residen en la tierra para ayudar a los demás a reunirse con Buda.
El budismo en Japón
El budismo fue introducido como religión en Japón por emisarios coreanos durante los años 538 y 552. El príncipe Shotoku la nombró como religión del Estado en Japón en el año 593. Durante la primera mitad del siglo VIII, el emperador Shomu hizo que el budismo se extendiera aún más en Japón mediante la construcción de templos y monasterios durante su mandato.
Durante la politización de los monjes en Nara, el emperador envió a los monjes Kukai y Saicho a China para investigar otras formas rivales del budismo, y así romper el poder de Nara. El monje Kukai volvió a Japón para fundar la escuela Shingon, que apostaba por un budismo esotérico en el que la sabiduría sólo se podía transmitir a través de enseñanzas y rituales, dejando de lado los textos sagrados.
El monje Saicho fundó la escuela Tendai en la cima del monte Hiei, donde contrastaba fuertemente con los monjes de la ciudad de Kioto. El Tendai fue adoptado como escuela budista nacional y el poder de Nara fue menguando en consecuencia. Al final de la Era Heian, el Tendai fue absorbido debida a la gran influencia del Shingon, ya que los nobles de la época adoraban el encanto dramático de sus rituales.
La respiración en la meditación budista sirve para vaciar la mente
El jodo y las escuelas de jodo shinshu, creadas por el monje Honen y su discípulo Shinran respectivamente, adoran al buda Amida (Tierra Pura) y creen que la salvación será concedida a aquellos que practican el Sutra: Namu Amida Butsu o "Gloria al Buda Amida". Debido a la dificultad para adquirir la iluminación mediante el recitar del Sutra, muchos adeptos se adhirieron esta enseñanza. Actualmente ambas escuelas cuentan con millones de seguidores.
La rama Shinshu es la religión en Japón que cuenta hoy en día con el mayor número de seguidores. El sacerdote Nichiren fue uno de los más emblemáticos de esta escuela, ya que popularizó el budismo haciendo desaparecer algunas reglas como por ejemplo la de que los monjes pueden casarse, comer carne y beber alcohol. Eso hizo enfurecer al shogun de ese período, que lo desterró a la isla de Sado-ga-shima. Actualmente tienen millones de seguidores por todo el mundo y ejercen influencia política en Japón a través del partido Komeito.
El Zen y su influencia en el Japón actual
El Zen fue fundado en China por Boddhidarma en el siglo VI e introducido en Japón por los monjes Dogen y Eisai, los fundadores de las corrientes Soto y Rinzai respectivamente. El Zen se imparte oralmente de maestro a discípulo, libre de escrituras y doctrinas, y se basa en el hecho de que la iluminación sólo se puede alcanzar a través de la meditación o Zazen.
El Zen también influyó en otros aspectos de la cultura japonesa dotando de rasgos espirituales a las artes marciales, debido a la autodisciplina, el esfuerzo y el trabajo duro. Muchos samuráis de la época se sintieron atraídos por estas doctrinas y acabaron profesando esta religión en Japón. Además aportó avances en la caligrafía, la pintura y la poesía, reinventó los arreglos florales como un arte e introdujo la ceremonia del té.
Sintoísmo
El sintoísmo o Shintō (神道) es una religión que tiene su origen en Japón, y actualmente casi cualquier japonés está involucrado los rituales sintoístas de presentación del recién nacido al santuario o en las ceremonias matrimoniales clásicas.
El sintoísmo es una religión que permite varias formas de pensamiento y filosofía, hecho que permite su coexistencia junto al resto de religiones como el budismo en Japón. La integración es tal que en muchas ocasiones se encuentran templos budistas junto a santuarios sintoístas dentro de un mismo recinto.
En el sintoísmo se venera a las distintas deidades, denominadas Kami, de la naturaleza como son los árboles, el mar, el sol e incluso la muerte. Los santuarios sintoístas se caracterizan por estar dedicados a Kami concretos, a los que los japoneses acuden para rezar por un hecho en particular. Por ejemplo, el santuario Jishu en Kioto es considerado como el santuario del amor y el matrimonio, por lo que millones de japoneses acuden para pedirle a la deidad del santuario buena suerte en este aspecto.
El origen del sintoísmo
El origen el sintoísmo tiene lugar en las tribus de la prehistoria que empezaron a otorgar un alma a todas las cosas, y veneraban al Kami tras ellas. Antiguas influencias provenientes de China fueron moldeando este principio de sintoísmo hacia el culto a los ancestros; se creía que todos los seres vivos se volverían Kami tras su murte, en especial los emperadores. Distintas comunidades aúnan la religión básica, pero creen en distintas variantes de la misma; los pueblos suelen tener un santuario dedicado a una deidad protectora, e incluso sus hogares tienen un kamidama en miniatura en su honor.
El sacerdote ocupa un puesto hereditario que tiene como principal objetivo el servir a la comunidad, ya sea inaugurando zonas de obras o comercios o realizando ceremonias en el propio santuario. En la mayoría de ceremonias se puede ver al sacerdote agitar unas ramas tupidas orientadas a los puntos cardinales para alejar a los espíritus malignos. Durante las ceremonias, el sacerdote recibe la asistencia de las mikos o doncellas del santuario, que con sus movimientos lentos y precisos evocan rituales ancestrales que se han traspasado de generación en generación.
El santuario sintoísta
El santuario sintoísta se caracteriza por la puerta o torii en su entrada, que suele estar decorado en rojo y blanco, colores que simbolizan el ritualismo del género masculino y femenino. Al no tener una forma determinada, las antiguas divinidades podían adentrarse en el santuario sin problemas, pero para aumentar la protección del recinto sagrado se colocaban dos estatuas komainu en la entrada que ahuyentaban todos los males.
Muchos santuarios sintoístas tienen estatuas que representan las encarnaciones de las divinidades y que son considerados como mensajeros divinos. Un ejemplo muy típico es el Zorro guardián del templo Inari, que representa la deidad de la cosecha y el hogar. Algunos santuarios usaban antiguamente los caballos para invocar a los kami, pero poco a poco fueron reemplazándose por las tablillas ema que a día de hoy podemos encontrar en cada santuario. Las tablillas ema sirven para dirigirse a las divinidades protectoras del santuario y pedirles un deseo mediante la escritura de su petición en la parte trasera de la tablilla.
Creencias y rituales
Fundamentalmente el sintoísmo es una religión en Japón más rural, destinada sobre todo a los ciclos de cultivo, aunque muchos cultos sintoístas se dirigen a montañas o volcanes, e incluso unos pocos hacia las variantes fálicas de la fertilidad humana.
Desde los matsuri que se celebran año tras año hasta las fotagas de Año Nuevo, el sintoísmo es una religión que une comunidades. En los matsuri se presentan habitualmente unos mikoshi o santuarios portátiles donde desfilan adornados unas representaciones de los santuarios. Unos 80 millones de personas visitan durante Año Nuevo los santuarios para pedir a las distintas deidades por el éxito empresarial, académico o para tener una buena salud.
El sintoísmo separa toda maldad de uno mismo
Al ingresar a un santuario sintoísta en Japón, se deben usar las pilas de agua para purificarse antes de entrar, este ritual se le conoce como temizu.
Cómo purificarse antes de entrar a un santuario en Japón
En cualquier santuario sintoísta en Japón encontraréis en la entrada tras el torii principal una fuente con varios cucharones al lado de una pila de agua. La idea principal es que cada visitante al santuario se lave las manos y la boca para así poder expulsar cualquier maldad que llevaran con ellos y poder entrar purificados al santuario. Los pasos a seguir son los siguientes:
Cómo rezar a la deidad local en un santuario en Japón
Después de purificarnos en la entrada al santuario, procederemos al altar principal del templo para orar a la deidad local. Para este proceso también existen una serie de pasos a seguir que son los siguientes:
Otras religiones en Japón
Otras religiones como el Cristianismo o el Judaísmo son minoritarias en Japón, ocupando menos del 1% de la población creyente. Aunque las influencias europeas traídas a Japón durante los años de la Segunda Guerra Mundial influyeron bastante en la comunidad religiosa de Japón, realmente no está tan arraigado como el resto de religiones. Si queréis saber más sobre esta religión en Japón minoritaria, podéis visitar la web oficial de la Iglesia Católica en Japón.