El PSOE exige eliminar la asignatura de religión de las escuelas, a lo que se oponen quienes representan al menos la mitad de los españoles que la eligen para sus hijos en lugar de su alternativa de ética, y a los que les disgusta la educación para la ciudadanía que quieren reimplantar los socialistas.
En la discusión podríamos colocar al lado de la religión y del teísmo al PP, y al del laicismo ateo el PSOE; en medio estaría la ética que podría tomar partes de una y otra propuesta.
Todos tratan de adiestrar con sus doctrinas para imponérselas a la sociedad, mientras se olvida la cosmogonía de esos pensamientos: Grecia, Roma y el judeocristianismo.
De ellos nacen las mitologías del mundo clásico, griego y romano, la filosofía, el Derecho Romano, las historias sagradas de la Biblia judía del Antiguo Testamento, con los Diez Mandamientos y el cuándo, cómo, dónde y por qué la doctrina cristiana del amor y el sacrificio por los demás del Nuevo Testamento .
Todo mezclado forma nuestra cultura, nuestro ser, y se expresa en las Bellas Artes: arquitectura, danza, escultura, música, pintura y literatura.
Nuestro mundo existe gracias a esas representaciones y mensajes. Partenón y catedrales. Homero, Leonardo, Cervantes, Bach, los espirituales negros y los Beatles.
La cultura clásica y el judeocristianismo son la base de nuestro pensamiento, distinto, por ejemplo al del islam, que normalmente impide, y que sus fanáticos destruyen, las expresiones sublimes de danza, escultura, música y pintura.
Eso es lo que hay que estudiar. Es más que historia de las religiones, religión o ciudadanía, es la formación de espíritus elevados, de sociedades que aprenden a amar el bien y la belleza, sorbiéndolos por sus espíritus y sentidos.
Quienes discuten sobre asignaturas ideologizantes quieren crear servidores de sus prejuicios exclusivos, sin raciocinio para transmitir durante siglos la herencia de nuestra heterogénea cultura, clásica y judeocristiana.
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SALAS