Por el blog ya pasó hace casi 2 años el disco “Accelerate”, con el que en aquellos días R.E.M. eran actualidad al tratarse de su nuevo álbum recién salido del horno. Aquel disco rockero y bastante intenso editado en 2008, poco tiene que ver con la obra que vamos a analizar hoy. “Automatic For The People” se trataba del siguiente paso discográfico que tenía que dar la banda tras su definitiva explosión mediática gracias a su disco “Out Of Time”, de la mano de la imperecedera “Losing my religion”.
Es común que las grandes bandas de las 3 últimas décadas suelen mantener el tipo de forma bastante decente tras su considerada gran obra. Véanse U2 con “Achtung Baby” tras “The Joshua Tree”, Depeche Mode con “Songs Of Faith And Devotion” tras “Violator”, o The Cure con “Wish” tras “Disintegration”. R.E.M. no podían ser de otra manera y “Automatic For The People”, de hecho está considerado mejor obra incluso que el predecesor “Out Of Time”, disco nada baladí por otro lado, al incluir no solo “Losing my religion”, sino también otras piezas como “Shiny happy people”.
No obstante, “Losing my religion” terminó de confirmar a R.E.M. como un grupo de masas y otorgarles el estatus de estrellas internacionales de la música moderna. De esta forma, R.E.M. estaba en lo más alto de su carrera discográfica cuando afrontaban la grabación del disco que terminaría siendo “Automatic For The People”, editado un solo año después de “Out Of Time”.
El disco empieza con un tema de corte oscuro y con regusto country titulado “Drive”. La producción confiere un ligero eco a la voz de Mike, lo cual aporta cierta solemnidad. Los acordes de la guitarra de Buck muestran claramente esas influencias del género mencionado. No obstante, tras este inicio de factura sombría y reflexiva, damos paso a 2 temas de carácter más luminoso, como son “Try not to breath” y “The sidewinder sleeps tonight”. Estas 2 canciones suben progresivamente la intensidad de la carga amable y alegre, ya que “The sidewinder sleeps tonight” es una pieza sumamente rimbombante y que incluso nos hace ver a “Shiny happy people” como una composición apagada. Sin embargo, encontramos un contraste fuerte en el siguiente paso que da “Automatic For The People”. Llegamos a la pieza más sentida, emocional e intensa de la obra con distancia. “Everybody hurts” he de reconocer que es una canción que de primeras no me gustó especialmente, a pesar de que sí me llamara la atención su envoltura. Me impactó quizás más el videoclip en el que se ve a la gente hastiada soportando un monumental atasco en un nudo de carreteras. No ha sido hasta que una cadena de tv la ha rescatado para promocionar una polémica serie sobre un reciente accidente aéreo, como he mencionado al comienzo del artículo, cuando me he terminado de darme cuenta de su grandeza. Tenemos que reconocer que Stipe está sembrado en su apartado vocal y la orquestación triste y melancólica es una maravilla. “New Orleáns Instrumental No.1” es un curioso interludio para posteriormente dar paso a “Sweetness follow” que retorna a las maneras de la apertura de “Drive”. Un tema nuevamente reflexivo y profundo que es perfecto para digerir en casa solito y con buenos alimentos.
Los años 90, y de forma más específica los comienzos, eran los tiempos en los que el grunge y Nirvana lideraban las corrientes musicales. Esto en parte provocaría el giro que R.E.M. tomarían en su siguiente trabajo de título “Monster”. Un sonido mucho más sucio, para estar acordes a lo que sonaba en aquellos días. Este trabajo, no sería tan bien entendido como sí lo fue “Automatic For The People”, y menos si cabe lo sería “New Adventures In Hi-Fi” de 1996. En aquellos años también llegaría el abandono del batería Bill Berry y el consecuente impacto que en su día causó su marcha de la banda.
Con “Up” de 1998, Stipe, Mills y Buck se confirmarían como una de las grandes bandas consolidadas, al dar salida al mercado a un disco muy decente, tras 2 publicaciones algo menos valoradas. “Lotus”, “Daysleeper” y “At my most beautiful” confirmarían un disco de lo más interesante. Algo largo, pero agradable de escuchar.
Sin embargo, el patinazo del a priori prometedor “Reveal” de 2001, debido a esa joya de canción que es “Imitation of life” (cuyo videoclip merecería un artículo algún día al uso del que realicé sobre el clip de “Down under” de Men At Work en el intercambio de colaboraciones de la pasada semana), haría que mucha gente perdiera la esperanza en R.E.M.. Y es que dicho disco, desde el fallido single “All the way to Reno” (la cual yo llamo en tono jocoso “All the way gorrino”), se desplomó y ciertamente, el resto del set list no merece mucho la pena.
Los de Athens se han terminado postulando como un grupo capaz de darnos alegrías puntuales con composiciones como “Bad day”, incluida en su recopilatorio de 2003 (un tema que llevaba siendo perfilado casi 15 años para entonces) o “Leaving New York” del lp “Around The Sun”, disco que no he llegado a escuchar, pero que fuentes fidedignas me han dicho que no es nada del otro mundo. “Accelerate”, sin embargo es un disco estupendo, y para ello pueden revisar el post que en su día se publicó en el blog.
Volviendo al disco que hoy nos atañe, para no perder la perspectiva, “Automatic For The People” es quizás la 2ª cima de la trayectoria de R.E.M.; un éxito que quizás no vuelvan a conseguir. En esos días, R.E.M. eran uno de los grupos con mayor repercusión mediática, lesión de seguidores y atención por parte de los medios. Por ello, es quizás el comienzo del descenso de la cumbre de la banda, ya que a partir de aquí serían considerados como un gran grupo que ya ha editado grandes trabajos y de los que poco se espera recibir en futuras producciones.
Tener en su interior piezas como la hiriente “Everybody hurts” y la muy acertada “Man on the moon”, es equivalente a disponer de 2 ases en la mano. Una garantía de triunfo a la que para nada desmerecen el resto de temas que los acompañan en el set list del lp. Como ejemplo de los días de mayor gloria de los R.E.M. y como álbum muy a tener en cuenta de la década de los 90 del pasado siglo, es impagable.