Con Sandokán, o mejor dicho, con Emilio Salgari, la historia es un poco más larga. Teníamos varios de la colección Grandes Aventuras (también de Oveja Negra, mm, creo que también debería hacer un post de esta editorial). Eran vacaciones del colegio, buenos y hermosos tiempo de verano en qué, luego de jugar o montar bicicleta no había mejor forma de descansar un rato y relajarse que leer un buen libro (o ver JB Noticias). Empecé con las aventuras del "Tigre de Mompracem" que venía en dos gruesos tomos que me hicieron dudar de mi capacidad lectora. Su incréible resistencia al dolor, su suerte y su habilidad hacían de Sandokán un héroe de película. Sus aventuras desde Malasia hasta la India eran entretenidas (en la India se enfrenta a una secta similar a la que enfrenta Indiana Jones en su segunda película, creo que eran los thugs). Y aunque habían muchas descripciones e innumerables términos marinos y de armas que no conocía, valió la pena.
Luego seguiría con El corsario negro. Una obras más breve y más sencilla, donde tenemos como protagonista a un pirata singular, proveniente de una familia de piratas de colores (sus hermanos se hacían llamar "el corsario rojo" y "el corsario verde"). De este bucanero darkie recuerdo sobretodo la parte en la que ocupan la casa de un notario de Maracaibo, reduciendo a su ocupante. El problema es que un joven visita al notario para contratar sus servicios y los piratas se ven obligados a secuestrarlo también. Pero, a su vez, este joven tenía un criado que va en busca de su amo a la casa del notario y termina también secuestrado. Igual destino sufre un pariente del joven. Antes de tener la casa repleta de personas atadas y terminar secuestrando a todo el pueblo, los héroes huyen, aunque no recuerdo como.
El león de Damasco si me pareció un libro raro. En vez de piratas eran moros contra cristianos y en vez de un mar tropical, el escenario era el Mediterráneo. Todo eso me confundió un poco y no correspondía al estereotipo de aventura que tenía y que creo que muchos todavía adjudican a Salgari. Pero si recuerdo que la prosa se mantenía y la obra tenía bastante interés. Pero empezaron las clases y creo que me quedé en la mitad del libro. Por la misma razón no alcancé a leer La reina de los caribes y debe ser el primer libro "en cola" que recuerde y que se mantiene pendiente hasta ahora.
Todos estos libros me acompaña hasta ahora, aunque no son míos. Y supongo que todavía me acompañará el recuerdo de sus carátulas que de niño me miraban, como yo las miraba con curiosidad, imaginándome que historias guardarían sus páginas y esperando el momento en que aprendería a leer para desvelar tales secretos. Libros que luego serían mis primeras experiencias, esas que van formando el recorrido de todo lector. Como el tuyo quizás.