Cuando andamos faltos de series simplemente entretenidas a las que echar un vistazo, a veces viene bien mirar un poco lo que nos viene, por ejemplo, de Canadá. Es un poco así como, de hecho, descubrí el año pasado Remedy de puro milagro. De otro modo, Remedy me habría pasado completamente desapercibida. Lo cual sería una pena porque, aun sin ser realmente nada del otro jueves, la verdad es que es una de las series que más ganas tenía de que volvieran.
¿Que qué es Remedy? Pues es lo que pasa si metes en la batidora a Grey’s Anatomy, Brothers & Sisters y una pizca de Arriba y Abajo. Todo, eso sí, en su justa medida, de forma que toma lo mejor de cada una de ellas y hace que la mezcla funcione a la perfección.
De hecho, a juzgar por el comienzo de esta segunda temporada, han decidido coger una página del libro de Shonda y no están por encima de las tragedias. No os esperéis nada especialmente serio, especialmente en lo que tiene que ver con los casos en sí, pero como culebrón médico es muy entretenido, y eso es todo lo que debemos pedirle.
Y tiene un poco de Arriba y Abajo porque, sí, es una serie de hospitales, pero al contrario que el noventa y nueve por ciento de las series de hospitales, no se olvida de que en los hospitales trabaja más gente además de los médicos. Así, Remedy cuenta entre sus protagonistas con médicos de distintas especialidades, enfermeras y celadores. Y todos tienen más o menos la misma importancia dentro de la serie como personajes. Y la dinámica entre ellos se hace, aparte de relativamente natural, tremendamente refrescante teniendo en cuenta que podemos contar con los dedos de una mano las series en las que los celadores existen más allá de como extras de fondo en alguna escena.
No empecéis Remedy esperando LA serie. No es lo que es, ni lo que pretende ser. Pero si queréis un culebrón ligerito y entretenido con un hospital como fondo en el más puro estilo Grey’s, echadle un vistazo. No os decepcionará.