David Rubín, uno de los autores más destacados, nos presenta después de La tetería del oso malayo y El circo del desaliento (comentadas anteriormente en el blog), Cuaderno de tormentas. En este cómic Rubín nos habla sobre la dificultad de la creación y los árduos caminos de la mente de un dibujante de comics con tintes autobiográficos.
Podemos decir que el protagonista de la historia está sumido en una gran crisis creativa y en un momento de desesperación hace un pacto con ¿el diablo?. No estoy segura que sea el diablo, pero sí puedo asegurar que no era ningún ángel ni ser caritativo. El escritor entra en otro mundo donde el sufrimiento está en todas partes, es decir, pasa a formar parte de Ciudad Espanto, donde va recopilando las tristes historias de sus ciudadanos. Aunque salir de Ciudad Espanto no resultará tan fácil como entrar.
La editorial Planeta DeAgostini. El autor tiene un blog personal, llamado de tripas corazón.
Ésta es una de las historias más emocionantes que he leído de Juez Dredd. En esta ocasión, aparece un ser mortífero (nunca mejor dicho) llamado Sabbat. Anteriormente aniquiló varios planetas utilizando a los muertos, llenando al planeta de muertos vivientes, o lo que es lo mismo, zombis.
Mientras las ciudades de todo el mundo luchan para sobrevivir contra las incalculables hordas de zombis, Dredd debe colaborar con un escuadrón internacional de jueces para localizar y eliminar a Sabbat. Pero la ayuda viene de un sitio inesperado… el elemeto clave será un mutante cazarecompensas del futuro y “Strontium dog”, Johnny Alpha. Experto en el rastreo necromante. Imagináos a millones de zombis matando a los vivos y destrozando ciudades enteras. No tiene desperdicio.
Editorial: kraken
Max Cachimba es un ilustrador y artista plástico argentino. Su nombre verdadero es Juan Pablo González, y como él dice, escogió Max Cachimba por su musicalidad. Su estilo es muy sencillo, conciso y sutil. Sus historias, de lo más peculiares y originales. Muy recomendable la historia de Un cuarto de pollo, donde una mañana un sujeto recibe un calamar por correo con la intrucción de alimentarlo y cuidarlo durante tres años. A lo largo de la historia aparecerán enanitos decorativos de jardines con escopetas, unos científicos rusos o Gorvachov.
A continuación, un corto dedicado al artista.
“En la radio advirtieron a la población que una boa constrictor de había escapado del serpentario…Ya nada me alarmaba…Comí pan con manteca. Llamaron a la puerta, unos evangelistas que traían un mensaje de paz. Los mandé a freír churros…Eso hicieron. Volvieron con media docena. Acepté los churros y dije gracias… y que se vayan a cagar. No sé que hicieron luego…”
Dándole vueltas recoge un total de veintiseis historias, algunas en color, que Peeters ha realizado a lo largo de una década en sus innumerables colaboraciones. Las historias son de lo más diversas, desde un macabro artista de las cavernas, pasando por un asesino a sueldo filósofo hasta un análisis de la sociedad suiza. El dibujo, diálogo y estilo de Peeters me encanta. Es sumamente realista sin caer en lo negativo. Algunas de las armas que utiliza son el humor negro y mucha ironía y cinismo. Esta recopilación de historietas es altamente recomendable.
La editorial es Astiberri.
“Me expuse ingenuamente a que me pusiera sin contemplaciones en mi sitio…
-¿No será que la vida es bella sólo porque sabemos que tiene un final?”
“Y cada noche, me acuesto…Y dejo la luz encendida. Me recluyo en mi cabeza…Olvido la jaula…Olvido mis manos…Olvido mis dedos…Fijo los ojos en el techo…Y pienso que vivir consiste en soñar o en recordar…que no hay otra elección. Y que sólo tengo miedo a perder la memoria, o a despertarme…”