*No estamos en contra de la remodelación, sino que fue de improvisto y tardará más tiempo del proyectado.
Texcoco, Edomex. - “Pepe El Pescador”, es un negocio familiar con una antigüedad de 63 años. Ha visto crecer a cuatro generaciones de propietarios y empleados. Más que hablar de la derrama económica que representa, cabe resaltar que este negocio familiar, es uno de los por lo menos 50 afectados directamente debido a las remodelaciones del Mercado San Antonio, en Texcoco.
En el argot de comerciantes, se dice que “la unión, hace la fuerza”, en caso no es así. Los antecedentes de esta obra, tuvieron el tiempo suficiente para que la mesa directiva del mercado, tomara en sus manos el agilizar su implementación, así como planear una estrategia donde las afectaciones económicas a los comerciantes fueran mínimas.
Por si esto fuera poco, aun siendo una obra con recursos del gobierno estatal, la injerencia del ayuntamiento de Texcoco, es errada porque está fuera de tiempo, en virtud del periodo electoral en turno. Es decir, no se dio vista para realizar remodelaciones antes; por ejemplo, durante el tiempo de pandemia cuando incluso el mercado estuvo cerrado. Gobiernos como el de la ciudad de México, no han demostrado que aun con pandemia, fue posible trabajar en obras para mejorar la infraestructura de las colonias, amén de ser ambos gobiernos de extracción morenista.
En días pasados, en redes sociales circularon videos de transmisiones en vivo como un ardid para desacreditar las justas demandas de atención y justicia para los afectados, toda vez que, fueron señalados como opositores al progreso y bienestar de los comerciantes, asegurando incluso de irresponsabilidad a quien los dirige, pese a que se trata de familias cuya economía ya fue golpeada por la pandemia y cuando empezaban a respirar, nuevamente se ven afectadas por las remodelaciones a destiempo.
Es preciso decir que, este grupo de comerciantes, donde destaca José Cruz Saucedo, realiza obras de caridad y buena voluntad, proporcionando alimentos en condiciones de indigencia. Este es un panorama que no debería verse en un gobierno cuyo eslogan de matriz refiere “primero los pobres” y de manera local, “Texcoco, donde se vive bien”.
Huelga decir que no existe en el municipio, un comedor y un albergue municipal que atienda a los desamparados, es la ciudadanía que suma esfuerzos para ayudar a quien lo necesita. Ahí es cuando salen a relucir las acciones de Pepe Cruz y sus compañeros comerciantes, quienes con su trabajo demuestran que si es posible ayudar a los demás.
“Nunca nos hemos opuesto a que remodelen en mercado, porque buena falta le hace y representa seguridad para nuestros clientes y para nosotros mismos, pero si es injusto que nos avisaran de momento y sobretodo que el tiempo de la obra se alargue más, de lo que nos dijeron”, señala Pepe Cruz en referencia a la situación que atraviesan él y por lo menos, otros 50 comerciantes más.
Entre los afectados, se encuentran propietarios de negocios con productos perecederos y familias cuyo único sustento, es el Mercado San Antonio, pese a tener conocimiento de ello, el ayuntamiento no ha sido capaz de ofrecer o implementar un programa de rescate económico para los afectados. Lo que es peor, a la vieja usanza, “ni los ve, ni los oye”.