Quizás no soy quien para hablar de la maternidad! Creo que es una de las experiencias más grandes que pueden vivirse en esta vida y que es un privilegio de las mujeres, muy a pesar del hombre! Renacer es volver a nacer… y, como todo en nuestra vida, requiere su esfuerzo y quizás la presencia del mejor maestro, el sufrimiento! El sufrimiento, mal que nos sepa, es la mejor manera de despertar nuestra Conciencia!
Reconozco que bastantes veces he intentado imaginar -e incluso sentir- la grandiosidad sin igual que debe ser llevar y sentir crecer una nueva vida dentro tuyo… pues como padre, me resultó imposible! Eso solo puede entenderlo e intentar explicarlo una madre! Sentir carne de tu carne en tu vientre creciendo día a día, tener plena conciencia de crear una nueva vida con todo por ser y sentir interiormente el amor incondicional hacia un nuevo ser humano es algo que solo se puede realizar a través de la maternidad! La lástima es que muchas de las mujeres madres o futuras madres no son plenamente conscientes de ese privilegio y de su verdadero sentido, distraídas como están en la vida cotidiana o creyendo que la maternidad es un derecho adquirido o un modo de realización femenina!
Renacer es volver a nacer… y para nacer a la vida es necesario hacerlo con los ojos bien abiertos y quizás las manos bien abiertas para dar y recibir de esta vida… a diferencia de lo que hicimos en nuestro primer nacimiento, con los ojos cerrados y los puños apretados, desde el vientre de nuestra madre! Volver a nacer, en cambio, es haber aprendido, haber madurado a partir de nuestro crónico hábito de equivocarnos , sobre todo, ser conscientes de todo ello, encontrarle su sentido y estar firmemente dispuestos a renacer a una nueva vida! No conocemos nada más de ella, solo debemos confiar, es decir… amar!
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