Para publicitar uno de sus coches, Renault ha apostado por un vídeo en el que un grupo de amigos cantan en voz muy baja porque llevan en el coche a un bebé dormido. Pero en cuanto dejan al niño con su madre y las amigas de esta, empiezan a cantar en voz alta de camino, se supone, a un partido de fútbol. El eslogan es: Son padres, pero también son hombres. Definitivamente, Renault no da para más. Como tampoco los anuncios de detergentes, lavavajillas y cualquier producto de limpieza. Si para Renault un hombre es el que deja a su hijo con su mujer para poder berrear con sus amigos en el fútbol… Es el colmo del anacronismo.
Estamos en el año 2011, en el siglo XXI, y todavía los publicistas relacionan los productos de limpieza con las mujeres, o, si utilizan a un hombre, es siempre bajo la supervisión de una mujer. Y lo mismo, pero al revés; cuando se trata de relacionar cualquier producto (coches, ofertas de TV privada, cervezas…) con el fútbol son hombres los que protagonizan el anuncio. No va más. Esto es lo que hay en los cerebros de los profesionales de la publicidad.