En 1874, un grupo de pintores parisinos presentó una colección de algunos de sus cuadros en una exposición de la capital francesa. Entre ellos, una obra, “Impresión sol naciente”, y un autor, Claude Monet. La obra de Monet, así como las de sus otros compañeros, fue duramente criticada por los academicistas de la época, que sólo buscaban la perfección de las líneas y se basaban en los temas y las técnicas de la antigua Grecia y Roma. Este grupo de nuevos pintores, sin embargo, pintaba al aire libre, amaba los paisajes, despreciaba el color negro y las líneas rectas, y jugaba con los ojos del espectador a base de grandes pinceladas de color que buscaban captar la luz y la atmósfera de un momento, un instante, concreto. En referencia al cuadro de Monet, destaca la sarcástica y cínica reseña de un crítico de la época, que quiso atacar al conjunto de pintores dándoles un mote que, en contra de lo que esperaba, acabó dando nombre a esta nueva corriente del arte pictórico: los impresionistas.
Lo mejor: el piano y violines de Alexandre Desplat, los escenarios y la belleza emocional de Christa Theret.
Lo peor: un final demasiado apresurado en comparación con el tempo pausadodel resto de la película.
Nota: 8
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