Renta Corporación cerró el ejercicio 2010 con un resultado neto negativo de 27,9 millones de euros. Esta cifra reduce a la mitad las pérdidas registradas en 2009 pero afecta a su solvencia ya que ha tenido que volver a reducir su capital social. Hoy sus fondos propios se sitúan por debajo de los 16 millones cuando a principios de 2009 su patrimonio neto era de casi 91 millones.
Por ello anuncia la entidad que a pesar de “cumplir con todos los requisitos estipulados en los acuerdos con las entidades financieras, se ha considerado conveniente iniciar un acercamiento hacia ellas para analizar conjuntamente estructuras corporativas y financieras que afiancen la viabilidad de la compañía”.
Y es que con una deuda bruta de casi 320 millones en 2010 (un 6 % más que en 2009) se generaron unos gastos financieros de 16 millones que constriñen el futuro de la empresa. No parece que las expectativas para 2011 sean sensiblemente diferentes de lo acontecido en 2010, en un período caracterizado por la sobreoferta en muchos productos, con lo que la carga del pago de la deuda se podría comer el margen del negocio y presionar el balance.
Pocos caminos se vislumbran para rehacer la situación. Una sería proceder a una ampliación de los recursos propios con una entrada de nuevo capital en un contexto de mercado afectado por la falta de liquidez. Los directivos están en un proceso inicial de negociación con las 17 entidades financieras para definir nuevas fórmulas que no ahoguen a la compañía. Algunas como la dación en pago, su preferida, no parece que sea del agrado de la banca en estos momentos. La reestructuración de la deuda junto a una postergación del pago de intereses al final de la vida de los créditos pueden ser otras vías de entendimiento. La última, avanzar hacia un concurso voluntario de acreedores para paralizar temporalmente el pago de los intereses de la deuda y su reestructuración, es una alternativa que nadie quiere contemplar en el escenario actual.
La cifra de ventas obtenida en 2010 fue 58,2 millones aunque la compañía dice que no es comparable con la del anterior ejercicio (287,8 millones) porque en esa cantidad se incluyeron las ventas realizadas a las entidades financieras en el marco del proceso de refinanciación. Si miramos solamente las ventas procedentes del negocio ordinario éstas sumaron casi 30 millones frente a los cinco millones de 2009.
En ese contexto, la compañía siguió con la reducción de costes que, excluyendo los extraordinarios, pasaron de 21,6 millones en 2009 a los 17,1 millones de 2010 (-21%).
Renta Corporación ha decidido centrar sus recursos y objetivos en el mercado doméstico, “donde se dan las condiciones más óptimas para el desarrollo de nuestro modelo de negocio”. Por ello, señalan que las operaciones en el mercado internacional se realizarán de forma puntual.
Por otro lado, mientras que la plantilla se redujo más de un 10 % en 2010, los administradores de la sociedad presidida por Juan Hernández de Cabanyes, cobraron en su conjunto una retribución de 1,68 millones, un 7% más que el ejercicio anterior. Este aumento se ha debido a un gratificación a la presidencia que había renunciado a sus emolumentos de manera temporal. La media de disminución de retribución entre los directivos es del 44%.
Ayer el mercado penalizó las cuentas presentadas con una caída en la cotización de la acción de un 4,33%, situando su valor en 1,545 euros. Hace un año cotizaba al doble aunque a finales de año rondaba los niveles de 1,2 euros.