Durante el 2023 hay que destacar, sin duda alguna, la importante labor de recuperación de clásicos del cómic que se está dando el mercado español, me atrevería a decir que la más importante que se está haciendo a nivel mundial. Con el referente claro de la colección Sin Fronteras que dirige Rafa Marín para la editorial Dolmen, estas iniciativas no han sido en nuestro país han ido mucho más allá de la simple traducción de títulos publicados fuera de nuestras fronteras, sino que se ha trabajado desde la restauración y mejora de los materiales de reproducción disponibles, con una increíble investigación para encontrar la mejor edición desde donde partir. La colección de Dolmen ha permitido disponer de ediciones exquisitas del Príncipe Valiente, ya completado en su etapa de Harold Foster, del Flash Gordon de Dan Barry o MacRaboy, de Jhonny Hazzard de Frank Robbins, de Terry y los Piratas de Milton Caniff…
Y comienzan el año con el Hägar el horrible de Dick Browne y anuncian en breve la edición de Buzz Sawyer, la obra de Roy Crane prácticamente inédita en nuestro país. Una labor increíble en la que destaca el cuidado en la edición, que bajo la guía de Jesús Yugo consigue una calidad de línea nunca vista, con una rotulación exquisitamente fiel a la original.
Sin duda, una colección que ha marcado una línea en la que hay que incluir ahora otras como Diábolo, que ha desembarcado en la edición de clásicos con una edición también espectacular de los clásicos de la EC, donde se ha coloreado de nuevo la reciente edición americana de Dark Horse para recuperar los colores originales y conseguir la que es, sin duda, la mejor edición de estos cómics. A esta colección hay que añadir la edición de dos obras maestras: Polly and her Pals, de Cliff Sterret, el Melvin Monster de John Stanley y el largamente ansiado Li’l Abner de Al Capp.
Respecto a los clásicos americanos, hay que incluir en esta lista necesariamente la reciente edición del Mickey Mouse de Floyd Gottfredson por parte de Planeta Cómic, todo un referente que romperá los prejuicios e imágenes preconcebidas que se tienen sobre este personaje; la edición de La Dinastía de los patos de Martina, Scarpa y Carpi (que traerá muchos recuerdos a los lectores de Don Miki y que, a buen seguro, comenzarán a buscar su colección de monedas) o la recientísima recuperación de la marca “Biblioteca Marvel” para reeditar en forma casi facsímil los primeros números de series que marcaron el cómic de superhéroes moderno, como Los 4 Fantásticos o Hulk. Hay que incluir en esta línea a Taschen y su espectacular edición a gran tamaño de los primeros números de Spider-Man o Avengers, en una edición en este casi totalmente facsímil desde los comic-books originales salvo en el tamaño gigante.
Otras editoriales, como ECC, han apostado por la recuperación de clásicos indiscutibles, como las obras de Alberto Breccia o las de Richard Corben, pero especialmente acertada ha sido la de autores como Alfonso Font, con su divertidísimo Clarke & Kubrick o la Biblioteca Fernando De Felipe, absolutamente imprescindible. A esta recuperación de autores españoles de los 80 hay que añadir a las editoriales Isla de Nabumbu, que ha publicado la excelente Las mil caras de Jack el Destripador, de José Ortiz y Antonio Segura o Cartem, que ha iniciado su labor con la pictórica Drácula de Fernando Fernández o a Norma editorial, apuntándose una necesaria edición del Trazo de Tiza de Miguelanxo Prado. La editorial Dolmen ha recuperado también referentes fundamentales como El guerrero del antifaz de Gago, o Esther y su mundo, de Purita Campos.
Interesante también el tanto que se apunta Dolmen con la línea Albión y la vuelta de las maravillosas obras de la IPC/Fleetway que tanto nos fascinaron en su día. Zarpa de acero, Mytek, Spider o Kelly Ojo Mágico son puntales para muchos de nuestra formación nostálgica.
Una línea en la que el manga no podía faltar: a colecciones imprescindibles como la Biblioteca tezuka de la editorial Planeta se añade la labor de recuperación de clásicos del gekiga al que se han apuntado editoriales como Gallo Nero (con autores como Yashuhiro Tsuge o Susumu Katsumata) o Satori (con la obra de Shigeru Mizuki o Kazuo Umezz), pero me parece especialmente destacable la de Arechi manga, que este año nos ha traído la magistral Joe del mañana de Takamori y Chiba, que se une a la recuperación de las obras de Tsukasa Hojo (Family compo y City Hunter).
Y den