Como saben, soy alcista desde el cierre del viernes 2 de octubre en EEUU y el cierre del lunes 5 de octubre en Europa. Llevaba unas semanas buscando el timing exacto para dar por zanjada la fase correctiva, apoyándome en dos bloques de argumentos: por un lado la Macro, que a pesar de la debilidad del sector industrial no permitía plantear una recesión inminente ni mucho menos, y por otro lado el Sentimiento, donde un pesimismo excesivo nos había llevado a niveles del pánico de 2008, algo a todas luces exagerado.
Desde estas señales alcistas tempranas, que fueron detectadas gracias al análisis técnico, es decir, a los gráficos, las bolsas casi no han parado de subir. ¿Por qué apenas han descansado? Pues básicamente por unos cierres de cortos que han verticalizado la subida, llegando a hablar de "crack alcista".
Desde entonces, la Macro ha dejado paso a la Micro, es decir, los resultados empresariales, que son uno de los grandes acontecimientos de 2015, puesto que por primera vez desde 2009, se están contrayendo. En este post sobre los alarmistas crónicos estuve hablando de ello. Y los datos más recientes nos muestran unas "sorpresas" impactantes. Las subidas de entre un 7% y un 10% el mismo día en gigantes como Amazon, Google y Microsoft, ha sido sin duda algo histórico que vimos el pasado viernes 23 de octubre. Esto, y no la bajada de tipos del Banco Central Chino o la anunciada expansión monetaria del BCE, es en mi opinión lo que disparó las subidas de las bolsas. Tanto las medidas del banco central chino como el anuncio de medidas del BCE son cosas que el mercado podría (y debería) haber descontado perfectamente. Ninguna de las dos debería considerarse realmente una sorpresa. En cambio los resultados del trío Amazon, Google y Microsoft sí fueron una sorpresa total.
En cuanto a la Macro, parece que el miedo a una recesión se aleja, y una vez más lo realmente relevante en la expresión "miedo a la recesión", no era la palabra "recesión" (es decir, un vocablo Macro), sino la palabra "miedo" (es decir, un vocablo de Sentimiento). En el siguiente gráfico vemos el último dato (previo) del PMI Manufacturero en EEUU, que ha rebotado por encima de las expectativas.
Así las cosas, la macro rebotando, la micro superando expectativas (algo por otro lado fácil en vista de lo malas que eran...), el miedo todavía en el cuerpo, y los cierres de cortos disparando las bolsas, resulta que afrontamos el final de año con el SP500 cerca de máximos, justo cuando entramos en el semestre bueno, una poderosa pauta estacional conocida como el "efecto halloween", que nos dice que las subidas de las bolsas a largo plazo tienden a concentrarse en los meses que van de noviembre a abril. El siguiente gráfico nos muestra lo que habría pasado estando invertido en el mercado sólo de noviembre a abril (línea azul) frente a estar invertido sólo desde mayo hasta octubre (línea roja). Sobran las palabras.
Situación técnica medio plazo.
Lo más relevante de la situación actual es la tardanza de los valores medios y pequeños en romper sus resistencias de corto plazo. Me parece muy necesario que rompan al alza antes de poder plantear un recorte de corto plazo...así que esta semana va a ser clave. Los siguientes gráficos hablan por sí sólos.
Para terminar, un breve repaso a otros mercados, donde hemos tenido desarrollos significativos. El primero de ellos, la fuerte caída del euro gracias al discurso de Draghi, y que técnicamente -una vez más- no llega de sorpresa, puesto que unos días antes tuvimos un fallo alcista (que estuvimos por cierto comentando en mi curso de análisis técnico).
Así que mi escenario de recuperación USA apoyada por una debilidad del dólar ya no es válido, y dicho sea de paso, también es un problema para los emergentes, que no van a poder contar con esa ayuda. Curiosamente ahora nadie habla de eso: parece que la crisis emergentes ha pasado a un segundo plano. Y en cualquier caso, lo relevante para las bolsas de Europa y EEUU son las economías de Europa y EEUU.
Tampoco mi escenario de rebote en el petróleo se está materializando, y de hecho la sensación es la contraria: debilidad previa a un nuevo salto hacia abajo, tanto en el gráfico diario como semanal.
Comprenderán por qué lo tengo que ver muy claro para salirme de mi universo de la renta variable. Ni las divisas ni las materias primas son mercados que se rijan por la misma lógica de las acciones (empresas que ganan dinero), y por eso lo tengo que ver muy claro para aventurarme en otros mercados en los que no soy especialista. De hecho, los sigo a título de indicador, entre la batería de indicadores macro, técnicos, fundamentales y sentimiento que utilizo para confeccionar y gestionar mis escenarios.
Termino con el oro y la plata, que tampoco terminan de arrancar, y en vista de la fortaleza del dólar y la debilidad del petróleo, empiezo a dudar de ese escenario de rebote. La enorme apuesta que están haciendo los especuladores con los futuros sobre la plata es una señal que va en esa dirección: ¿cómo podría rebotar ahora la plata si "todo" el mundo ha visto ese rebote inminente? ¿O es que esas apuestas son a la baja? No lo creo.
Técnicamente tenemos un soporte claro a vigilar en el corto plazo para la plata, y una sensación negativa en el oro (con una sombra superior larga sospechosa). Los máximos y mínimos locales siguen alcistas, pero hay que ir con cuidado. Personalmente tengo el escenario de rebote en "stand by", es decir, no me parece atractivo para invertir ahí (vía ETFs por ejemplo), sobre todo en comparación con la situación de las bolsas, donde sí tenemos ya una tendencia alcista en desarrollo. Recuerden que es más difícil ganar dinero si vamos en contra de la tendencia clara observable.