Repensar la pobreza: Un giro radical en la lucha contra la desigualdad global
Abhijit Banerjee, Esther Duflo
Ganador del Financial Times & Goldman Sachs Business Book of the Year Award 2011, este libro está escrito por dos profesores del Instituto Tecnológico de Massachussetes (MIT). En él se plantean el mismo objetivo que ha sido el eje de sus carreras académicas e investigadoras, analizar si muchas de las ideas preconcebidas acerca de cómo viven millones de personas en el planeta con menos de un dolar al día son ciertas o no y de qué manera los diferentes abordajes de la lucha contra la pobreza son o no son eficaces.
Tratan de evitar posicionamientos ideológicos o doctrinarios e intentan condensar lo útil que hay en la mentalidad "intervencionista" de que el progreso de los países pobres necesita de la ayuda externa para salir de la "trampa de la pobreza" y que personifican en el célebre Jeffrey Sachs, autor de otro clásico del género, El fin de la pobreza, y la de aquellos críticos con esta visión y más cercanos al liberalismo al defender que deben ser los individuos o los países pobres los que encuentren las estrategias para mejorar sus condiciones de vida, evitando así incentivos perversos o situaciones más de dependencia que de desarrollo a largo plazo, citando a William Easterly, autor de En busca del crecimiento como representante de esta corriente. Y hacen todo este como científicos: defienden el uso de ensayos aleatorizados para probar diferentes estrategias en campos como la sanidad, la educación, los microcréditos, el acceso al ahorro o el empoderamiento de los ciudadanos frente a las élites. En algunos momentos es cierto que son hasta compulsivos en su impulso de realizar ensayos como manera de "cientifizar" un tema tan complejo como el de la pobreza.
Algunas de las conclusiones que proponen son: 1- Las personas pobres generalmente no están bien informados o están directamente mal informados, y ponen como ejemplos la dificultad en la expansión del uso de vacunas, de fertilizantes, o del conocimiento de la transmisión del VIH. 2- Los pobres tiene que hacerse responsables de cosas que en los países occidentales damos por hecho, como el acceso a agua potable o a una pensión en el futuro. 3- Los pobres no tienen acceso a mercados de productos de ahorro o de seguros (como de salud, y ponen en el libro muchos ejemplos de economías familiares destrozadas por la enfermedad de uno de sus miembros). 4- Rechazan la tesis fácil de describir a los países pobres como solamente víctimas de las circunstancias y apuntan a "las 3 Is", ignorancia, ideología e inercia, como responsables de los fracasos en diferentes políticas (policies). Y 5-, creen en las llamadas profecías autocumplidas o en la importancia de las expectativas para obtener un fracaso o un triunfo, sea al nivel individual de un estudiante de escuela o de un cambio de mentalidad más social.
Se trata de un ensayo en el que constantemente están aportando informaciones complejas y que en algunos momentos parecen hasta contradictorias, repasando sus estudios de campo o los de otros colegas, y construyendo una explicación de la pobreza centrada en su complejidad e imposibilidad de ser abordada con soluciones sencillas y mágicas. Es un tema fascinante del que uno no puede evitar dudar si Occidente o nosotros como ciudadanos de países desarrollados le prestamos la suficiente atención, pero es un libro recomendado solo a personas interesadas en el tema al ser de una lectura relativamente exigente en tiempo y concentración. De alguna manera es una emulación de un viaje por un país del tercer mundo en el que uno aprende que la pobreza no es tal y como sale en la TV, la gente a no ser que haya catástrofes humanitarias o climáticas afortunadamente no se mueren de hambre, pero si que tienen vidas tremendamente frágiles y vulnerables ante cualquier revés de la vida.
Puntuación: 3/5.
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