[REPORTAJE] Love is in the 16 bits
Álvaro Vázquez Ornedo 12 febrero, 2014 0
Este reportaje es un poco especial ya que está dedicado a ese sentimiento tan alabado por poetas y escritores a lo largo de la historia, ese sentimiento que muchas veces es el que motiva a nuestros héroes favoritos a ser como son, y muchas veces no nos damos cuenta ni siquiera de ello. Estoy hablando del amor y es un reportaje con claras connotaciones a San Valentín peeeero advierto que no es para nada moñas, daré algunos ejemplos de videojuegos en los que este sentimiento está a la orden del día… comencemos!
Comenzaré por poner uno de los ejemplos más clásicos para mi, esa motivación incansable que hace que este fontanero italiano recorra castillos y castillos, aplaste tortugas, esquive balas de cañón, se juegue la vida entre ríos de lava y sobre todo… nos ofrezca tantas horas de diversión, Mario Bros es uno de los ejemplos más claro del amor incansable en el mundo de los videojuegos (aunque siempre se lleve el palo de…. tu princesa está en otro castillo…). ¡Nos quitamos la gorra en señal de respeto ante tal caballero y su incansable sed de salvar su amada princesa Peach del malvado de turno!.
Un juego que muestra este amor de una manera casi sobrenatural podemos decir es un título que está muy en boca de todos estos días, un juego que está basado en una tierna historia de amor de un matrimonio entre una humana y un…. ¿pulpo?… ¿un pulpo como padre de familia?, así es Octodad, un juego cargado de muchísimo humor en el que nos tendremos que buscar las habichuelas para hacernos pasar por este padre de familia y que nadie note que somos un pulpo, ¡pero oye! que el amor se ve desde primera hora, ¿eh?.
Por desgracia el amor no es tan bonito como parece o conlleva cosas que pueden no ser tan convenientes para nosotros como pensábamos… Catherine nos lo muestra en cada una de las misiones en las que como protagonista de sus “malvadas” seducciones caemos en unas pesadillas de lo más bizarras, tanto es así que se juega la vida en cada una de las noches que decide cerrar los ojos nuestro sufrido protagonista Vincent. Suponemos que le compensará este tóxico amor de Catherine o simplemente que no tiene escapatoria, ¿verdad?.
Este es un ejemplo de cómo el amor puede inspirar en nuestros héroes esa fuerza y voluntad sobrehumanas para hacer cualquier cosa necesaria para salvar o permanecer junto a la persona a la que amamos, un epopeya de épicas dimensiones en las que el protagonista se enfrenta a una serie de colosos cada cual con cara de tener menos amigos que el anterior. Un juego espectacular de estos que marcan y enseñan que por nuestras convicciones debemos llegar hasta donde haga falta, ningún titán, coloso, montaña ni impedimento debe frenarnos en la aventura para salvar a nuestra princesa, Shadow of the Colossus es el vivo ejemplo de ello.
Para terminar este reportaje especial quiero hacer especial mención a la que es y siempre será mi pareja favorita en el mundo de los videojuegos, su historia desde la primera vez que jugué a este título me enamoró y es que no es para menos, bastante calado debe de estar el orgulloso Squall para meterse en tantos líos para estar siempre con Rinoa, y al revés por supuesto igualmente. Hace unos cuantos años ya Final Fantasy VIII nos dio a todos una lección de amor de verdad y si no te has parado nunca a pensar de verdad cuanta tragedia solventada por un sentimiento así… ¡quizás deberías jugarlo de nuevo! Con final fantasy VIII concluyo este reportaje, disfrutad cada día del año con vuestra pareja jugando a algún título mítico que es una fantástica manera de manifestar todo esto frikartistas.