13/06/2012 21:17:11
Cuba ha registrado un aumento de contaminantes atmosféricos como sulfatos y nitratos, incluidos episodios de lluvia ácida, observados entre noviembre de 2008 y abril de 2010.
En la isla las lluvias ácidas también se producen por la llegada de masas de aire procedentes de zonas industriales del nordeste de Estados Unidos.
Los investigadores del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (CECONT), perteneciente al Instituto de Meteorología, trabajan para determinar las emisiones máximas admisibles para cada uno de los sectores que más contribuyen a contaminar la atmósfera y de las concentraciones permisibles en los asentamientos humanos.
Los episodios de lluvia ácida se localizan, fundamentalmente, en lugares del la región oriental del país, como Pinares de Mayarí (provincia de Holguín), Palo Seco (Camagüey) y La Gran Piedra (Santiago de Cuba).
No existe país en el mundo que escape a este fenómeno, pues en mayor o menor grado la lluvia siempre es ligeramente ácida, ya que se mezcla con óxidos de forma natural en el aire.
La lluvia que se produce en lugares sin contaminación tiene un valor de pH de entre 5 y 6, poco más que el sumo de un limón, cuyo pH alcanza 2.3. Cuando el aire se vuelve más contaminado con los óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre, la acidez puede aumentar hasta un pH de 3.
La lluvia ácida tiene una gran cantidad de efectos nocivos en los ecosistemas y sobre los materiales. Al aumentar la acidez de las aguas de ríos y lagos, produce deformaciones en los peces jóvenes e impedir la eclosión de las huevas.
También origina cambios en la composición de los suelos ocasionando el desplazamiento de importantes nutrientes para las plantas (como el calcio), e infiltrando metales tóxicos, tales como el cadmio, níquel, manganeso, plomo, mercurio, que de esta forma se introducen también en las corrientes de agua. En el caso de la vegetación el daño directo por contacto puede llegar a ocasionar, en algunos casos, la muerte de la especie.
Entre las medidas que se toman por el gobierno cubano para combatir la lluvia ácida figuran la reducción de emisiones de gases contaminantes y la búsqueda de energías alternativas no contaminantes.
Existe también un programa de ahorro de energía, y campañas educativas que difunden los medios de comunicación masiva para ayudar a preservar el medio ambiente y mantener una convivencia más armoniosa con la naturaleza.
(Fuente: Granma)
Etiquetas: Cuba, lluvia, contaminación, medio-ambiente, atmósfera