Reposición de Fidelio en el festival del Mediterráneo

Publicado el 07 junio 2011 por Maac @Elblogdemaac

 

Que Fidelio es una obra maestra me parece indiscutible, a pesar de todos los problemas que se puedan encontrar en su desarrollo dramático hay algo que está fuera de toda duda: que es una de las óperas más influyentes del siglo XIX y que posee arias, dúos, números de conjunto y fragmentos instrumentales que no desentonarían en cualquier selección de los mejores fragmentos operísticos de la historia, pero no voy a entrar en el tema de su calidad, entre otras cosas porque me parece, a estas alturas, absurdo; lo que sí voy a decir es que es una obra a la que tengo especial cariño y me duele que muchos aficionados le quieran negar el pan y la sal; tampoco quiero pasar por alto lo evidente, y es que Fidelio, al menos para el aficionado medio de estos lares, no es muy comercial, no había más que ver los huecos del aforo del Palau de les Arts el pasado domingo en lo que era el estreno de la segunda ópera del Festival del Mediterráneo ¿Tendría algo que ver el hecho de que tanto la ópera como la producción ya eran conocidos por el público valenciano? Me parece que no puesto que ha habido otras reposiciones en menor lapso de tiempo que llenaron, Turandot y Carmen sin ir más lejos. A pesar de todo eso me produce una enorme satisfacción comprobar una y otra vez que cuando cae el telón el público se rinde ante la evidencia y se escuchan ovaciones atronadoras. Algo tendrá Fidelio cuando da lugar a tales muestras de entusiasmo incluso con el público del estreno, que es siempre menos expresivo de lo habitual.
Pier'Alli ofrece un Fidelio convencional, respetuoso con las indicaciones del libreto (si bien no me parece que esté situado en la Sevilla del XVIII), y de buena factura, en el que destaca, junto a la espectacularidad del decorado, un inteligente uso de la iluminación -que está siempre presente a la hora de definir cada ambiente sin que se note, como tiene que ser- y la utilización de elementos audiovisuales en las partes instrumentales del segundo acto que nos ayudan a realizar el viaje a los calabozos subterráneos de la prisión en la que se desarrolla la acción. No hay nada en este Fidelio que chirrie o que se salga de lo que uno espera y es esto algo que no sé si calificar como una virtud o como un defecto.
La producción de Fidelio firmada por Pier'Alli en 2006 fue la ópera que subió al escenario del Palau de les Arts por primera vez, cinco años después repiten, junto con la Orquesta de la Comunitat Valenciana y el Coro de la Generalitat, Peter Seiffert en el rol de Florestan y Zubin Mehta en la dirección musical.
Seiffert, de cuyo estado vocal muchos teníamos dudas -sus polémicas y recientes cancelaciones en Barcelona-, ofrece un Florestan modélico tanto en la faceta dramática como en la vocal, todavía tiene un timbre bellísimo, brillante y su un vibrato era muchísimo menor de lo que algunos esperábamos -me pareció casi imperceptible-, a eso añadamos su dominio del idioma, la claridad en la dicción y la proyección de la voz -la que destacaba con más claridad en los concertantes-, tras escucharlo tengo mis dudas de que haya alguien que hoy pueda hacerle la competencia, habrá que ver lo que es capaz de ofrecer Kaufmann, otro de los grandes Florestan de la actualidad, el próximo día veintidós. Pocas esperanzas tengo depositadas en Lance Ryan, tan pocas que no creo que me saque entrada para escucharlo.
Frente a un Florestan tan en estilo encontramos una Leonora-Fidelio, Jennifer Wilson, caracterizada por todo lo contrario, la soprano estadounidense canta Leonora como pudiera cantar cualquier otra cosa y es una pena porque material vocal no le falta, por si fuera poco su estado físico -es una auténtica mole- poco ayuda a la hora de intentar retratar un Fidelio creíble. Donde más me gustó fue en su aria "Abscheulicher! Wo eilst du hin?", una pieza que parece imposible por las exigencias que impone a la cantante en toda la extensión de su tesitura, lástima que pasara un poco atropelladamente por las escalas finales, no consiguió que dejara de pensar en la encargada de representar el personaje en el Fidelio inaugural, y es que el día anterior había escuchado a Meier cantando los Rückert-Lieder en el Palau de la Música, y eso que yo siempre he pensado que Leonora es un rol que a la mezzo alemana le venía un poco ancho por arriba, aunque hay que decir que lo suplía con creces gracias a su dominio del idioma, sentido del fraseo y presencia escénica. Wilson no me terminó de convencer como Brünnhilde y tampoco lo hizo como Leonora, confiemos en que en futuras representaciones vaya mejorando porque es una pena que se malgaste una voz de sus características.
Excelente el Rocco de Stephen Milling, que casi no hizo añorar a Salminem, bajo que se encargó de interpretar el personaje en el estreno absoluto de la producción; el danés, que posee una voz de auténtico bajo, amplia y redonda, aderezó su canto con una interpretación muy creíble en lo dramático, fue justamente ovacionado por el público de Les Arts; Milling puede considerarse como uno de los cantantes de la casa por la cantidad de papeles que ya ha interpretado allí: Gurnemanz en Parsifal, Narbal en Les Troyens, Fafner y Fasolt en El Anillo.
Para mí era un auténtico desconocido el tenor austríaco Karl-Michael Ebner, encargado de interpretar a Jaquino, me pareció menos ligero de lo que suele ser habitual, su interpretación fue más que correcta, al igual que Evgueni Nikitin como Pizarro; correcta sin más Sandra Trattnigg como Marzelline, demasiadas asperezas y poca flexibilidad, destacable fue la caracterización que Robert Lloyd, setenta y un años tiene ya el bajo inglés, hizo de Don Fernando, un personaje que no entraña grandes dificultades y que interpretó con nobleza y suficiencia vocal.
Pero los grandes protagonistas del estreno y del éxito fueron la Orquesta de la Comunitat Valenciana que con una prodigiosa interpretación de la Obertura Leonora III puso el teatro boca abajo, el Coro de la Generalitat Valenciana, que alcanzó los niveles de excelencia a los que nos tiene malacostumbrados tanto en los momentos más sutiles -el coro de prisioneros- como en los más impetuosos -el número final-, y la dirección de Zubin Mehta, que una vez más se caracterizó por su fluidez, estar al servicio de la obra y no intentar demostrar ningún rasgo de genialidad, que el canon-cuarteto pudiera haber sido más etéreo son nimiedades, además no sé hasta que punto la culpa fue de las voces antes que de la dirección.
Y la ilustración musical de hoy no puede ser otra cosa que la estupenda interpretación de la Obertura Leonora III en alguna de las funciones inaugurales del Palau de les Arts como teatro de ópera, uno de los momentos musicales de mi vida, lo recuerdo como si no hubiera pasado casi tiempo, era la presentación de la orquesta y me parecía increíble que pudiera sonar así, y más o menos fue así como ayer sonó:

Parece ser que Mehta, una vez termine el actual Festival del Mediterráneo  volverá a Les Arts dentro de la temporada 2011-2012 -es decir, antes de la próxima edición del Festival- para dirigir el Don Giovanni con direcciónn escénica de Jonatahn Miller; recordemos que esta producción se tuvo que estrenar sesgada, sin decorados, por los problemas causados por el hundimiento del a plataforma escénica en la temporada 2006-2007.